La Cámara gallega despedirá antes del parón veraniego su actividad ordinaria la próxima semana con un pleno «intenso» en el que destaca entre un amplio orden del día el debate y votación del dictamen de la comisión de reactivación articulada en el Pazo do Hórreo para determinar las medidas a poner en marcha en la Galicia posterior a la pandemia.

Unas conclusiones que se encaminan a ser aprobadas pero no por unanimidad. Saldrán adelante gracias a la mayoría absoluta de la goza el Partido Popular en la Comunidad gallega. Por su parte, el BNG ha avanzado que votará su propia propuesta de resolución, mientras que el PSdeG no ha avanzado qué posición adoptará y, aunque critica que «sólo el 10%» de sus proposiciones hayan sido incluidas en el dictamen, se abren a continuar negociando con los populares.

El debate y votación de la resolución de una comisión que celebró sus comparecencias en el otoño del año pasado será uno de los principales puntos del día de una sesión plenaria extensa que cuenta con tres propuestas legislativas en un orden del día en el que también figura la elección del nuevo consejo de administración de la CRTVG, la comparecencia para informar de la memoria anual de su institución de la valedora do Pobo, María Dolores Galiño, y la presentación del informe de fiscalización del Consello de Contas.

La sesión ratificará la aprobación definitiva de tres proyectos legislativos: el que ampara la creación de la primera universidad privada de Galicia –impulsada por la entidad financiera Abanca–, la mofidicación de la Ley gallega de violencia de género para el reconocimiento de la violencia vicaria y la conocida como Ley ‘Ángeles Alvariño’, que establecerá una serie de medidas correctoras para evitar la discriminación de las mujeres en las carreras profesionales de científicas e investigadoras.

Para la jornada del míercoles se reserva el último careo del curso político en el Pazo do Hórreo entre el presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, y los líderes de los grupos de la oposición, la nacionalista Ana Pontón, y el socialista, Gonzalo Caballero. La primera preguntará al mandatario por las medidas impulsadas para apoyar a los jóvenes gallegos y el segundo acerca de las acciones de gasto de la Xunta para reactivar la economía.

DICTAMEN COMISIÓN DE REACTIVACIÓN

Así las cosas, los trabajos de la comisión de reactivación, cuya creación fue uno de los primeros acuerdos de la legislatura y que reunió medio centenar de comparecencias y 155 informes, llegan a su fin con el debate y votación de sus conclusiones.

En todo caso, a pesar de que nacía con vocación de reunir consensos en torno a las ideas para encaminar a la Galicia futura, la resolución de este órgano se encamina a no contar con el apoyo de los grupos. Saldrá adelante, previsiblemente, gracias a la mayoría absoluta del PP, que permitirá la aprobación de un documento que recoge más de 400 medidas, de las que, parte, proceden de la oposición.

Sin embargo, el BNG ya ha avanzado que votará por su propia propuesta, que plantea 180 medidas «no solo para reactivar» la economía tras la crisis sino también para «construir» una «nueva» Galicia, como ha apuntado en la rueda de prensa posterior a la junta de portavoces la diputada del BNG, Olalla Rodil.

En respuesta, el portavoz popular, Pedro Puy, censuró la postura del BNG que, a su entender, busca aprovechar la votación para «visibilizar» un «proyecto alternativo» al del Gobierno gallego, algo que ve «legítimo» pero que no comparte por la naturaleza «del problema que hay delante».

Por su parte, los socialistas, según ha expresado su parlamentario Pablo Arangüena, se reservan por el momento el sentido de su voto. Aunque se muestran favorables «a encontrar acuerdos», creen que la inclusión de sus propuestas no es suficiente, pues «se aceptaron el 10%» de las medidas planteadas y fueron «pequeños acuerdos que no llegaron a lo sustancial».

TRES LEYES

Tampoco habrá unanimidad en la ley para la creación de la universidad privada de Abanca, que superará el último escollo parlamentario con el apoyo del PP y el voto en contra de la oposición, quienes ven en la implantanción de esta nueva unidad educativa un «ataque» a la universidad pública.

Sí habrá consenso en torno a las otras dos leyes a debate en la última cita del período de sesiones. Las dos son del ámbito de la igualdad y parten del BNG, que consideran que la aprobación de estos cambios legislativos sitúa a Galicia «en la vanguardia» de la defensa de los derechos de las mujeres.

Por un lado, la Cámara dará luz verde a la modificación de la Ley gallega de violencia de género para el reconocimiento de la violencia vicaria, es decir, aquella que se ejerce sobre las mujeres usando hijos o allegados para hacerles daño.

Uno de los aspectos destacados del marco normativo que aprobará el Legislativo autonómico es que su inclusión en la ley se hará con carácter retroactivo, por lo que tendrán la condición de víctimas las mujeres que hayan sufrido este tipo de violencia antes de su reconocimiento oficial.

A continuación, la conocida como Ley Ángeles Alvariño también será aprobada con el apoyo unánime del Pazo do Hórreo. Este texto obligará a las administraciones e instituciones públicas como las universidades a articular medidas correctoras que eviten que las investigadoras y científicas se vean penalizadas por el hecho de ser mujeres.

En aras de favorecer la igualdad entre hombres y mujeres, el objetivo del texto es evitar que las investigadoras deban recurrir a los tribunales para que se le reconozca el derecho a ser madres y que el disfrute de permisos o la interrupción momentánea de sus carreras en el momento de la maternidad no les perjudique en comparación con sus colegas hombres.