El comité clínico que asesora a la Xunta en la pandemia del coronavirus ha recomendado mantener esta semana el cierre total de la hostelería y de los gimnasios, así como la limitación de reuniones a no convivientes. Así, se ha emplazado a la reunión del lunes que viene para evaluar el alivio de estas restricciones.
Eso sí, el presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, ha vinculado esta reapertura a que se «afiance» la tendencia descendente en los datos de la pandemia y ha avanzado que los establecimientos deberán incorporar sistemas de control de aforos y un registro de clientes.
En la rueda de prensa posterior a la reunión del comité clínico, Feijóo ha anunciado que su Gobierno trazará con el sector un plan para retomar la actividad que incluya «como mínimo tres aspectos: máxima seguridad para entrar, máxima seguridad ante un posible brote y máximo control».
A continuación, ha explicado que, de cara a su futura reapertura, los locales dispondrán de un sistema «para transparentar los aforos», con la finalidad de que cualquiera que entre en un bar o restaurante «sepa seguro el número de personas que pueden estar en él».
Además, los negocios deberán llevar un registro de entradas que permita conocer y «cribar completamente» a aquellos clientes «que compartiesen estancia con un positivo».
Preguntado sobre cómo se implementarán estos sistemas, Feijóo ha mencionado métodos como un código ‘QR’ o un registro del número de DNI o el teléfono. En cualquier caso, ha emplazado cualquier decisión a «hablar» con el sector».
De hecho, no ha pasado por alto que, en los más de 30.000 núcleos de población que tiene Galicia, muchos bares acogen a personas de avanzada edad que estarían en una situación de «discriminación tecnológica». Por eso, ha añadido: «No puedo concretar la herramienta, será la que en la práctica resulte más factible».
UN «PLAN DE INSPECCIÓN»
Asimismo, la Xunta solicitará a los ayuntamientos que elaboren un «plan de inspección» de la hostelería que será «necesario» para la reapertura. Este se realizará con el auxilio «no solo de su Policía Local, sino también de las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado».
La única excepción a la clausura total serán los restaurantes situados en estaciones de servicio de vías de alta prestación, que a partir del miércoles podrán servir comida en el interior solamente a los transportistas, que consumirán de forma individual.
En este contexto, Feijóo ha insistido en que la hostelería y los domicilios todavía son lugares en los que las personas están «más expuestas», lo cual ha llevado al comité clínico a recomendar que por ahora se mantenga la limitación de reuniones a solo entre convivientes y el cierre del sector –también de los gimnasios–.
Estas medidas entraron en vigor el pasado 27 de enero y, aunque en principio estaban pensadas para tres semanas –hasta el 17 de febrero–, se mantendrán por lo menos una más para que la desescalada vaya «despacio» y «sin dar pasos en falso».
La condición, ha insistido Feijóo, es que en los próximos días se «afiance» la bajada de la incidencia acumulada a 14 días por 100.000 habitantes, de los contagios y de la presión hospitalaria, ya que estos parámetros «no muestran todavía una mejoría suficientes».