El camposanto parroquial del ayuntamiento ourensano de Carballeda de Avia –que también tiene otro cementerio municipal– ha registrado el pasado fin de semana destrozos y el robo de cruces que datan del siglo pasado.
El domingo por la mañana los vecinos alertaron al párroco, Serafín Fernández, de que habían entrado al cementerio destrozando cruces de piedra de varias de las tumbas.
«Pasé por allí antes de dar la misa y lo que vi es que unos vándalos quisieron divertirse haciendo daño», resume el cura, antes de explicar que rompieron «seis o siete» cruces de piedra y, ha agregado, «robaron algunas otras para aprovechar el tiempo ya que estaban allí».
Con todo, dice que «no tiene una mayor importancia», que ha sido «más el daño moral y sentimental que el valor propio» de lo que han sustraído y roto, pese a lo que ha interpuesto la correspondiente denuncia «para que quede constancia».
LLEVARSE LAS CRUCES
Una versión diferente es la que sostiene el regidor municipal, Luis Milia, que explica que otras veces han sufrido actos de vandalismo, pero que en esta ocasión considera que «está claro que las personas que fueron hasta allí a propósito» y «no a hacer daño, sino a llevarse esas cruces en concreto».
El alcalde lo considera así porque traslada que el cementerio municipal «es mucho más moderno, como de unos quince años», y a ese no accedieron porque «no tiene las cruces que robaron, datadas del siglo pasado y con un gran trabajo en su elaboración porque esta es una tierra de canteros».
CÁMARAS DE VIGILANCIA
Es por ello que Milia lamenta el daño ocasionado no solo en el destrozo sino a las familias, porque «un camposanto no deja de ser un lugar sagrado y tiene mucho valor sentimental». Así, dice que es un tema que le «preocupa» y por el que avanza que «se instalarán cámaras de vigilancia» sin previo aviso, «con la intención de que no vuelvan a producirse esta situación y, si sucede, saber quiénes son».
Del mismo modo, el regidor municipal hace hincapié en que fueron «chapuceros» porque, «en vez de llevar herramientas para levantar las cruces, hicieron uso de la fuerza bruta» y fue ahí «cuando muchas de ellas se rompieron y decidieron dejarlas tiradas, llevándose solo las que lograron arrancar sin hacerles daño», pero cree que la intención era «llevárselas todas».
El párroco ya ha trasladado a la Guardia Civil los hechos y afirma que a él «realmente» le interesaría más conocer «qué clase de persona que las va a comprar», ya que para él tiene más responsabilidad «que el que las roba». «Tenemos todas las cruces identificadas», ha zanjado.