La dirección del IES Valadares de Vigo presentó el miércoles su dimisión en bloque por la falta de recursos para atender a alumnos con necesidades especiales, ante lo cual lanza fuertes críticas a la Xunta.
En un escrito enviado a la prensa, el equipo directivo confirma que ya comunicó esta decisión a la Inspección Educativa y a la dirección territorial de la Consellería de Educación, Ciencia, FP e Universidades.
El motivo que llevó a esta dimisión es que, «a pesar de todos los escritos e informes presentados a las diferentes autoridades», el instituto dispondrá el próximo curso de un docente menos «por ocupar ese puesto la segunda orientadora».
Esta profesional, explica el comunicado de la dirección, es «absolutamente necesaria» porque las aulas del IES cuentan con 30 alumnos –la ratio máxima– con «aproximadamente un tercio» que cuenta con necesidades de atención específicas por diferentes motivos, a los que hay que añadir el resto de alumnado, «que igualmente tiene derecho a una atención educativa digna y de calidad».
«Somos conscientes, y así tratamos de transmitírselo a las autoridades educativas, de que no es posible para un docente atender de manera realista y efectiva un aula como la descrita», añade.
La gota que colmó el vaso fue conocer que no iban a tener más profesorado pese a que a lo largo del curso 2024/25 advirtieron «en numerosas ocasiones» de las necesidades del centro a través de entrevistas, escritos e informes que «llevan horas de trabajo y no reciben respuesta».
INCLUSIÓN «SIN MEDIOS HUMANOS»
La hasta ahora dirección del IES Valadares recuerda que durante años se sumó a «múltiples programas» ofertados por la Xunta para «enriquecer» su oferta y la calidad educativo, pero que «ninguno» de ellos estuvo acompañado de recursos humanos, «sino que se nutren del voluntarismo y vocación» de los docentes ya disponibles.
En este contexto, censura que la Consellería de Educación presuma de su modelo de atención a la diversidad, si bien la inclusión no se puede hablar de inclusión «sin medios humanos para llevarla adelante».
«Sabemos que muchas familias escogen nuestro instituto por recomendación de otros centros o gabinetes, convencidas de que su hijo o hija recibirá aquí una atención adecuada. Pero la realidad acaba por imponerse: no hay horas de apoyo suficientes, no hay atención individualizada, no se pueden aplicar todas las adaptaciones ni hacer un seguimiento como sería deseable», explica la dirección.
El equipo destaca que el cuerpo docente trabaja «sin descanso» y asume «un esfuerzo enorme, que ni se ve ni se reconoce». «El resultado» es «profesorado desbordado, familias frustradas, alumnado desatendido y un equipo directivo agotado».
Por todo ello, la dirección ha adoptado la «dura» decisión de dimitir para no ser «cómplices de un sistema que precariza la educación pública mientras finge que funciona bien».
LA CIG APOYA A LA DIRECCIÓN
Al trascender esta decisión, la CIG-Ensino ha emitido un comunicado en el que felicita y muestra su apoyo a la dirección del IES Valadares por mostrar «la realidad de las aulas», que «acaba con toda la publicidad y mentiras» de la Xunta.
El sindicato nacionalista exige a la Consellería que dote a todos los centros, y particularmente a este instituto vigués, de los recursos humanos necesarios «para poder impartir una enseñanza de calidad».