El vicepresidente económico, Francisco Conde, reclama al Gobierno central que «no pierda un minuto» en la negociación con Alcoa para la venta de la planta de aluminio de Cervo (Lugo) a través de la sociedad estatal de participaciones industriales (SEPI), al tiempo que espera «que no sea un compromiso en falso» el trasladado por la ministra de Industria, Reyes Maroto, en su reunión con los trabajadores el pasado martes.
En declaraciones a los medios de comunicación en Nigrán (Pontevedra), Conde ha agradecido su «compromiso y responsabilidad» a la plantilla, que este miércoles decidió dar una semana de prórroga a la paz social, aplazando hasta el miércoles 12 el inicio de la huelga en A Mariña en caso de que no haya avances para que se materialice la operación.
De hecho, se ha referido al «aval» dado tanto por la plantilla como por la Xunta al Ejecutivo central, al que ha urgido a «utilizarlo para volver a la mesa de negociación y concretar con Alcoa los principios y elementos para llegar a la venta de la fábrica».
Por su parte, ha trasladado que el Gobierno central «puede contar con la implicación de la Xunta para que el acuerdo pueda llegar cuanto antes».
RAÜL BLANCO
Mientras, el secretario general de Industria, Raül Blanco, en una entrevista en Onda Cero, ha criticado que la empresa está «sistemáticamente buscando caminos largos, enredos y subterfugios para no dar una solución» a la factoría.
Pero ha reivindicado que «la planta sigue abierta, por el esfuerzo conjunto entre administraciones y trabajadores, pese a la tozudez de Alcoa».
Según ha remarcado, «la confianza en el Gobierno la deben seguir teniendo» los trabajadores, aunque ha reconocido que «la lástima es que este proceso no sea más rápido». Pero «eso no es responsabilidad del Gobierno, sino de la empresa, que no vende pese a tener opciones diversas para hacerlo».
«Que nadie se líe. Alcoa tiene una estrategia jurídica dado que perdió (su batalla judicial para llevar adelante) el ERE», ha exclamado Blanco.
En este escenario, ha confiado en «que esa venta se produzca» y ha apuntado que su apuesta es por que la fábrica de aluminio acabe en manos de alguna de las empresas industriales interesadas, «claramente». «De todo se aprende en la vida», ha admitido, después de lo ocurrido con las plantas que eran de Alcoa en A Coruña y Avilés, a día de hoy intervenidas judicialmente.
Al respecto, ha mostrado su «respeto a la decisión judicial, muy importante, que va a permitir que se frene esa descapitalización que indiciariamente se estaba produciendo».
«Hay un responsable de esa venta», ha advertido, todavía sobre el caso relativo a las fábricas de A Coruña y Avilés. «Por eso nuestra prudencia», ha añadido, volviendo de nuevo a las conversaciones para la venta de la de Cervo (Lugo).
Y es que la cláusula de indemnidad ante eventuales reclamaciones judiciales que plantea Alcoa para vender San Cibrao ha sido uno de los elementos que ha bloqueado las negociaciones durante las últimas semanas.