El comité de empresa de Navantia Ferrol ha hecho un llamamiento al personal de la fábrica de turbinas, cuyas instalaciones están dentro del astillero, tanto propio como de la industria auxiliar, «a no colaborar en las tareas propias de las cajas reductoras» destinadas a las corbetas para Arabia Saudí que la empresa materializa en los astilleros de la Bahía de Cádiz.
Así lo ha trasladado a través de un comunicado, justificando esta medida ante la «actual situación que está atravesando» la planta ferrolana y ante «la falta de definir un Plan industrial que garantice las inversiones precisas para la modernización de máquinas» y «la ausencia de incorporaciones que rejuvenezcan una plantilla dezmada y envejecida».
Además, el comité ha trasladado que aguarda que estas medidas «no colaborativas» hagan que la actual dirección «reflexione sobre su falta de propuestas y su falta de diálogo en los diferentes frentes que tiene abiertos en la actualidad».
REUNIÓN CON LA PRESIDENTA
En otro orden de asuntos, uno de los sindicatos que conforman el comité de empresa de Navantia Ferrol, Movemento Alternativo Sindical (MAS), ha catalogado el primer encuentro con la nueva presidenta de la empresa, Belén Gualda, celebrado de manera telemática el pasado martes de «totalmente decepcionante, muy lejos de la realidad» del astillero.
Así, ha afeado que la máxima responsable de la empresa, propiedad de la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), no acudiera en persona «para conocer de primera mano las instalaciones, los productos y el funcionamiento de las distintas factorías, máximo cuando ya había visitado el centro de Cartagena», en Murcia.
El sindicato también ha mostrado su rechazo a que la presidenta les trasladara que «las únicas inversiones que se van a acometer en la ría de Ferrol son las correspondientes al taller de subbloques» pero que no está contemplado «ni el dique cubierto, ni inversiones para carenas, ni para turbinas y ni siquiera para el astillero de Fene».
Los trabajadores aseguran que, según el plan estratégico que firmaron en su día, dichas mejoras son «imprescindibles para hacer viable» este astillero, al mismo tiempo que han criticado que Gualda dice que no tienen «derecho a quejarse» porque «según ella tenemos el proyecto más ambicioso de Navantia –en alusión a las fragatas F-110– y la digitalización de los programas de la compañía».
NUEVAS INCORPORACIONES
En cuanto a las nuevas incorporaciones de trabajadores, MAS asegura que «a la altura en la que estamos no tiene justificación que no esté terminado el proceso del 2019» y que Gualda les ha trasladado que «iba a poner todo su empeño para que se diera la entrada de compañeros».
Asimismo, el sindicato incide en que «le va a hacer falta algo más que empeño para lidiar con el departamento de recursos humanos, incapaz de finalizar ningún proceso, como el de operarios y empleados júnior». En este mismo, «desde el pasado 19 de diciembre que terminó el plazo de reclamaciones, no han sido capaces de atender una treintena de reclamaciones y publicar las listas definitivas».
Por último, la organización señala que se necesitan «las inversiones comprometidas y las nuevas incorporaciones, ya que de lo contrario será una lenta agonía» hasta la «desaparición».
LA EMPRESA
Por otra parte, fuentes de Navantia han detallado que en el encuentro de la presidenta con el comité de empresa reafirmó su «compromiso» con todas las líneas de negocio de la compañía.
Además, destacó que, en el caso de turbinas, que tiene carga de trabajo, se están explorando nuevos negocios que ofrecen un alto potencial, principalmente en el sector de las energías renovables, ámbitos que están recogidos en el Plan estratégico de la compañía.
La presidenta escuchó lo que le transmitieron los representantes de los trabajadores y reafirmó su «apuesta» por el Plan estratégico y con el plan de empleo. En lo relativo a las incorporaciones, se remitió a una reunión específica.