La próxima subasta de renovables, que pondrá en juego 3.300 megavatios (MW) eólicos y fotovoltaicos con plazos de ejecución acelerados, se celebrará el 19 de octubre, cinco días después de lo previsto, según una resolución de la Secretaría de Estado de Energía publicada este jueves en el Boletín Oficial del Estado (BOE).
De acuerdo con el calendario recogido en esta resolución, las empresas interesadas podrán empezar a presentar la documentación para la precalificación y calificación desde el próximo lunes, 13 de septiembre, y hasta el 7 de octubre.
El Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico considera que la incorporación de la generación renovable resultante de esta subasta «reducirá directamente el precio de la electricidad, al desplazar energía producida con centrales más caras y contaminantes».
El lanzamiento de esta nueva subasta por el Gobierno se produce en un momento marcado por la tensión en el precio de la luz. De hecho, el precio de la electricidad en el mercado mayorista alcanzará este jueves su nivel más alto de la historia, con 141,71 MWh.
La subasta se estructura en distintos cupos o reservas de potencia, entre las que destacan 600 MW que tendrán que estar operativos en un plazo de ocho meses, para adelantar el ahorro, y 300 MW para pequeñas instalaciones fotovoltaicas con relevante participación local.
Esta subasta es la segunda con el sistema establecido por el Real Decreto 960/2020 y fija plazos más ajustados que la primera para que las instalaciones ganadoras estén operativas, al igual que distintas reservas de potencia para obtener un ‘mix’ equilibrado, «buscando siempre el ahorro para los consumidores», según Transición Ecológica.
Así, se plantea una reserva de potencia de disponibilidad acelerada, con esos 600 MW para plantas eólicas o fotovoltaicas ya en avanzado estado de tramitación, que tendrán que estar construidas en un plazo de ocho meses desde la adjudicación de la retribución regulada, de modo que tengan impacto antes del verano de 2022.
Junto con esta reserva de disponibilidad acelerada, la subasta prevé una reserva de 1.500 MW para eólica terrestre, otra de 700 MW para fotovoltaica, otra de carácter neutra de 200 MW y otra de 300 MW para sistemas solares distribuidos.
300 MW PARA INSTALACIONES SOLARES DE GENERACIÓN DISTRIBUIDA.
Estos 300 MW están dirigidos a instalaciones fotovoltaicas menores o iguales a 5 MW, con fuerte carácter local, y en la adjudicación se tendrán en cuenta elementos como la población próxima al emplazamiento o la participación ciudadana en las instalaciones.
Por otro lado, este concurso concuerda con la incorporación de nueva potencia renovable entre 2020 y 2025 prevista por la Orden TED/1161/2020.
OTRO MÍNIMO DE 360 MW EN EL AÑO PARA TERMOELÉCTRICA O BIOMASA.
Durante el resto del presente 2021 está prevista la celebración de otros procedimientos de concurrencia competitiva para un mínimo de 200 MW de energía solar termoeléctrica, 140 MW de biomasa y 20 MW para otras tecnologías.
La última subasta de potencia renovable se celebró el pasado 26 de enero, adjudicándose algo más de 3.000 MW eólicos y fotovoltaicos a unos 25 euros por MWh, un precio muy inferior a los que registra el mercado mayorista de la electricidad.
Anteriormente, con el Gobierno del PP de Mariano de Rajoy, se celebraron otras dos subastas más en 2017 en la que se adjudicaron algo más de 8.000 MW.
Las grandes eléctricas -Endesa, Iberdrola y Naturgy-, junto a Capital Energy -que se hizo con más de 620 MW eólicos-, EDP Renováveis (EDPR) y Acciona fueron las grandes vencedoras en la subasta de renovables de enero.
La puja contó con una elevada participación por parte del sector empresarial, con más de 80 agentes y adjudicación para más de una treintena.
Estas subastas pasan por ser también una herramienta clave para alcanzar los compromisos que han sido trasladados al Plan Nacional Integrado de Energía Clima (PNIEC) 2021-2030, que prevé la instalación de en torno a 60 gigavatios (GW) renovables en la próxima década, pero también con el objetivo de maximizar el ahorro para la factura eléctrica.
El Gobierno cuenta con un calendario indicativo hasta 2025 con el que se prevé poner en juego un mínimo de casi 20 gigavatios (GW) mediante estas subastas. La fotovoltaica será la tecnología dominante, con un volumen acumulado mínimo de 10 GW a subastar en los próximos seis años; seguida de la eólica, con unos 8,5 GW; la solar termoeléctrica, con 600 MW; la biomasa, con 380 MW; y otros 60 MW destinados a otras tecnologías como biogás, hidráulica o maremotriz, entre otras.