La secretaria general del PPdeG, Paula Prado, ha tachado de «surrealistas» e «hipócritas» las concentraciones convocadas este miércoles por la Marcha Mundial das Mulleres ante las sedes del PPdeG en las ciudades gallegas para denunciar la gestión de la Xunta respecto a la investigación por una presunta agresión sexual al exconselleiro do Mar Alfonso Villares.
«Surrealista porque protestan y atacan las sedes del PP con la que está cayendo e hipócrita porque detrás está el BNG, que sigue callado ante la trama de prostitución de sus socios del PSOE».
En rueda de prensa este jueves, la popular ha asegurado que el BNG «llevó a cabo lo que mejor sabe hacer: manifestación y alboroto». En esta línea, ha denunciado «ataques graves y de odio» y con diputados nacionalistas como Noa Presas «como protagonista en la manifestación de Ourense».
«A Noa Presas aún no le he escuchado la primera crítica a los responsables públicos del PSOE por la contratación de prostitutas a cambio de favores, pero es la primera en ir a la sede del Partido Popular a juzgar, olvidándose de la presunción de inocencia», ha reprochado.
CARTELES ARRANCADOS
Además, Prado ha mostrado los carteles que los populares colocaron en sus sedes este jueves en los que se podía leer ‘Machismo socialista’ y ‘Cómplice nacionalista’, con imágenes de Pedro Sánchez, José Luis Ábalos, Koldo García y Santos Cerdán, y de Ana Pontón junto a María Jesús Montero, y que, según ha denunciado el PPdeG, las manifestantes arrancaron.
En este contexto, ha criticado que acudieran a las sedes del PP «a romper» sus lonas «a favor del feminismo y en contra del machismo». «El BNG rompe lonas porque no puede romper ideas, muy propio del nacionalismo comunista que muestra un autoritarismo insólito en pleno siglo XXI», ha censurado.
Asimismo, ha reprochado que el BNG crea que «solo él tiene derecho a expresarse», mientras que «el adversario político merece ser silenciado y acosado».
«Romper lonas, gritar insultos, sembrar odio y acosar sedes políticas, debe ser la nueva forma de argumentar del siglo XXI. Menuda forma de ser demócratas», ha zanjado.