El alcalde de Santiago de Compostela, Xosé Sánchez Bugallo, ha considerado que el cuadro de personal habilitado con motivo de la celebración de Halloween la noche del pasado 31 de octubre «no estuvo bien planificado» y fue «notoriamente insuficiente».
Así se ha pronunciado este lunes en una rueda de prensa al ser preguntado por las quejas vecinales registradas esa noche por la celebración de botellones en distintas zonas de la ciudad y fiestas en pisos.
«Correcta o incorrectamente se interpretó que era preferible atender el Día de Difuntos (1 de noviembre) y que era más necesario que la noche anterior», ha expresado en una comparecencia ante los medios.
De este modo, Bugallo ha reconocido la situación y ha pedido «disculpas» especialmente a las familias que viven en el entorno de calles como Alfredo Brañas, en las que se producen «concentraciones de gente».
«Tenemos un problema y trataremos de dar una respuesta adecuada», ha manifestado el regidor, que ha atribuido la esta situación a la falta de los recursos humanos necesarios en el cuerpo de la Policía Local, así como a la normativa que limita las horas extraordinarias que pueden hacer los efectivos.
Bugallo ha mostrado su deseo de poder «solucionar» estos problemas que, según ha indicado, su equipo recibió de «herencia» en la Policía Local y que jornadas como la de la noche del 31 de octubre se puedan cubrir con voluntarios que cobren sus horas extraordinarias.