El tiempo medio de respuesta ante una llamada al 061 para atender un caso de infarto de miocardio se mantiene en niveles de hace cinco años. En 2020, el tiempo de respuesta fue de 74 minutos por los 73 que hubo en 2015, año en el que echó a andar el Rexistro galego de infarto agudo de miocardio (Regaliam).
Este dato ha sido apuntado por el director de Asistencia Sanitaria del Sergas, Jorge Aboal, quien, en respuesta a una pregunta formulada por el Grupo Popular en la Comisión 5ª del Parlamento gallego, ha hecho balance de los cinco años del registro Regaliam.
Desde su puesta en marcha hasta diciembre de 2020, Galicia registró un total de 6.430 infartos agudos. Durante ese período, la reperfusión mediante angioplastia llegó al 90% de los pacientes, mientras que el número de aquellos tratados a través de fibrinolisis cayó por debajo del 5% y el de no reperfundidos descendió al 2%.
En cuanto a los tiempos de atención, divididos entre el período que va desde el inicio de los síntomas al primer contacto sanitario y desde el diangóstico a la realización de la reperfusión de arteria, Aboal ha destacado que el primer parámetro se mantuvo «estable» durante los últimos cinco años y fue «similar también» en 2020, año marcado por la pandemia.
Así, en 2015 el tiempo desde los primeros síntomas al primer contacto con los profesionales sanitarios fue de 73 minutos, mientras que al término de 2020 quedó fijado en el 74 minutos.
Para la Xunta, este dato refleja que las personas que padecieron un infarto agudo de miocardio en 2020 «no se quedaron en sus casas por miedo a la pandemia» y «sí contactaron con los sistemas sanitarios como cualquier otro año».
Aboal también ha resaltado una «mejora» en los tiempos de atención dentro del sistema sanitario, es decir, desde el diagnóstico a la apertura de la vena causante del infarto, que terminó el año 2020 en los 99 minutos, 21 por debajo del indicador de la Sociedad Española de Cardiología.
Por último, el responsable de la Consellería de Sanidade también puso el acento en la bajada al 2,59% del índice de mortalidad a 30 días, que presentó en 2020 el mejor dato desde la creación del registro en 2015.