La Policía Local de Lugo investiga a un joven de 21 años de edad como presunto autor de dos delitos contra la seguridad vial, tras huir a toda velocidad de un control de alcoholemia, circulando de forma temeraria y poniendo en riesgo la vida de otros usuarios de la vía, incluidos los agentes que le perseguían.
Según han informado este miércoles fuentes policiales, los hechos ocurrieron en la madrugada del 19 de enero, cuando una patrulla dio el alto a un vehículo en la Praza de Bretaña, al observar que no llevaba iluminación en la parte posterior. Al dirigirse al conductor, los agentes observaron que presentaba signos de estar bajo los efectos del alcohol, pero el joven se negó a realizar las pruebas de alcoholemia y drogas.
De forma repentina, puso en marcha el coche y salió huyendo de forma brusca, a gran velocidad, circulando por varias calles y llegando a colisionar contra otro vehículo estacionado. La policía salió en su persecución pero, lejos de detenerse, el conductor aceleró la marcha, sin respetar las señales de ‘stop’, metiéndose por dirección prohibida, e incluso llegando a alcanzar los 170 km/hora.
En su huida, circuló por debajo de la N-6 en sentido prohibido hacia el Puente Romano y, al girar hacia el enlace de la carretera nacional, se salió de la vía debido a la gran velocidad que llevaba, atravesando la cuneta, pero aún así no detuvo su marcha, por la N-6 en dirección Madrid.
Varias patrullas se incorporaron a la persecución y uno de los coches policiales logró ponerse a su altura, pero el conductor sospechoso realizó una maniobra peligrosa, arrinconando al coche policial, que tuvo que frenar para evitar colisionar contra la mediana. Otro coche patrulla logró adelantar al turismo huido para cortarle el paso, pero el conductor hizo un giro sorpresivo de 180 grados y, tras circular un tramo en sentido contrario por la N-6, salió de esa vía hacia el Camiño de Anguieiro, y logró escapar.
La Policía desplegó un operativo de búsqueda por la zona y localizó el coche, abandonado entre dos casas, en el lugar de Seoane. A partir de ahí se iniciaron las pesquisas para tratar de dar con el conductor y, tras examinar las cámaras de seguridad de la zona, se pudo comprobar (mediante las imágenes aportadas por una gasolinera) que el conductor se encontraba esperando un taxi, en el que abandonó el lugar.
La Policía tomó declaración al taxista y así pudo identificar al conductor temerario, que fue notificado como investigado por delitos contra la seguridad vial.
El coche fue retirado al depósito municipal y se instruyeron diligencias para remitir al juzgado. Por su parte, el conductor, un joven de 21 años domiciliado en una localidad próxima a Lugo, se negó a declarar en presencia de su abogado.