Tras un mes de abril bastante lluvioso, mayo trajo la primavera definitivamente a Santiago, con más de 230 horas de sol y temperaturas máximas en sus últimos días por encima de los 33 grados.
Según los datos de la estación meteorológica del Observatorio Astronómico Ramón María Aller de la USC, durante el quinto mes de 2020 se midieron 236 horas y media de insolación, «en consonancia con la normalidad de esta estación», explican sus responsables.
La temperatura máxima absoluta llegó a los 33,2 grados medidos el día 28, cerca de los 32,4 grados del día 29 y los 32,1 del día 27. También el día 30 los termómetros pasaron ligeramente de los 30 grados.
«Esta situación, aunque no es habitual, tampoco conforma una rareza a finales de los meses de mayo, por lo menos en el entorno de Compostela», ha apuntado el profesor de la USC José Ángel Docobo, responsable del Observatorio.
Así, por ejemplo, el 29 de mayo de 2001 se llegó a los 34,9 grados, y el 24 de mayo de 2017, a los 34. Asimismo, la máxima del 31 de mayo del año pasado (33,7 grados), resultó ser la más calurosa de 2019.
Sin embargo, para encontrar un mes de mayo en Santiago con más de cuatro días por encima de los 30 grados, hay que remontarse al año 1991. En aquel momento fueron seis las jornadas, a finales de aquel mes, en las que sucedió, con un pico de 33,5 grados el día 23.
En cuanto a las temperaturas mínimas de este mes de mayo, la más baja fue la del día 16, con 7,9 grados, aunque se dieron otras cuatro jornadas por debajo de los 10 grados. Por el contrario, la mínima de 17,5 grados registrada el día 28 es más habitual de jornadas estivales de mucho calor.