La Federación Galega de Caza ve, en este momento, «fuera de lugar» la declaración de emergencia cinegética de jabalí que se activará este sábado en Galicia y permitirá la caza sin límite de esta especie en hasta 254 ayuntamientos hasta el último día del periodo hábil de caza, el 22 de febrero de 2026.
Esta medida, provisional y extraordinaria, se aplicará por quinta vez en Galicia después de que la Xunta haya recurrido a ella con anterioridad en 2019, 2021, 2023 y 2024. Sin embargo, en esta ocasión, ha encontrado oposición en el sector de los cazadores.
El presidente da Federacion Galega de Caza en Pontevedra, Francisco Couselo Castiñeira, no ve «muy acertada» la adopción de esta medida en el momento actual y considera «suficiente» la temporada hábil de caza. «Pensamos que eso es suficiente», apunta.
Este periodo comenzó, en el caso de los terrenos de régimen cinegético común, el 16 de agosto. Desde el 1 de septiembre y hasta el 5 de enero de 2026, únicamente se podrá cazar los sábados; a partir del 7 de enero hasta el 22 de febrero, también se podrá jueves, domingos y festivos.
La situación de emergencia cinegética se aplica como una medida de refuerzo al periodo hábil, según defiende la Consellería do Medio Ambiente. Para aplicarla tiene en cuenta los avisos de daños sobre cultivos agrícolas, superficies afectadas, superficie dañada en función de la total de la comarca, censos ganaderos de porcino doméstico y accidentes de tráfico.
Por su parte, el representante pontevedrés de la Federación Galega de Caza considera que, a la hora de aplicarla, debería atenderse al «cambio de hábitat» del animal, con una mayor presencia en zonas urbanas y periurbanas: «Es un animal muy inteligente para sobrevivir y se va a ir a zonas periurbanas, donde tiene maleza para refugiarse».
De esta forma, considera que los posibles daños se restringen a ciudad, jardines o lugares en los que el animal puede suponer un peligro para los viandantes. «Pero son zonas de seguridad y ahí no podemos cazar. Solo puede intervenir los ayuntamientos con jaules», explica.
Otro de los argumentos que emplea la organización de cazadores en oposición a la aplicación de la medida es la ausencia de daños a cultivos agrícolas. «Ahora no hay cultivos y la agricultura no sufre ningún daño, como puede ser en el sembrado de maíz», añade Couselo.