Los profesionales de la Unidad de Cuidados Intensivos del Complejo Hospitalario Universitario de Ourense se han manifestado este lunes a las puertas del hospital, desde donde han reclamado «más medios» humanos para subsanar «las deficiencias estructurales» que serealizaron durante la renovación.
Sosteniendo pancartas en las que denuncian falta de personal y reclaman una ratio digna por enfermera y por auxiliar de enfermería, los trabajadores de la Unidad de Cuidados Intensivos visibilizaron sus reivindicaciones, apoyadas por la Comisión del centro, con consignas como «Rubial escucha, esta UCI está en lucha» o «lo que podemos gritar, es que en esta UCI faltapersonal».
Según ha trasladado la presidenta de la Comisión del centro, Belén González, las instalaciones están recién estrenadas puesto que Sanidad invirtió en ellas ocho millones de euros y las puso hace aproximadamente ese tiempo en funcionamiento.
No obstante, lamenta que se haya cubierto con nuevas tecnologías y algunos elementos que «se evidenciaron como necesarios tras la pandemia», pero también «con deficiencias estructurales».
En este sentido ha explicado que la unidad, situada en la cuarta planta del edificio, pasó de tener una estructura cuadrada a rectangular, lo que a la consideración de los profesionales sanitarios «provoca que no tengamos una visión y cuidado directo con los pacientes», como se tenía antes.
Recriminan que la distribución «no es ideal», puesto que el cuarto de enfermería «debería tener forma de U para tener visión directa en todo momento» de los pacientes, sin embargo «es alargado y se encuentra el principio de la unidad», por lo que las enfermeras «no pueden estar allí, tienen que estar a pie de los boxes para tener esa visión», ya que en esta planta «hay que recordar que se trata de los cuidados de críticos, tienen que estar plenamentesupervisados por el personal».
Así, ha indicado que algunas deficiencias «pueden subsanarse», mientras que otras «están en vías de hacerlo», tras mantener varias reuniones con la gerencia, y otras «será imposible».
Por ello, piden ese aumento de personal humano. En concreto, exigen pasar de cuatro enfermeras que hay en la actualidad a cinco por turno «para poder dar una mejor calidad», dado que la ratio haría posible una mejor atención y, además, «cumpliría el que estipula el Ministerio de Sanidad».
González denuncia que la ratio del Ministerio pide una enfermera para cada dos pacientes y que en la actual planta de la UCI «hay dos enfermeras para cada tres pacientes» «con la complejidad que ellos tienen».
En este sentido, indica que tras la renovación «hay ordenadores con pantallas de vídeo para vigilar a los pacientes», pero la tecnología «no suple la necesidad de personal ya que el ratioes de 2,5».
En esta línea, ha ejemplificado que si un paciente necesita hacer una prueba diagnóstica obligatoriamente tiene que estar acompañado por un profesional sanitario, lo que «eleva el ratio con la enfermera que se queda en planta».
Con todo, «se van a intentar retocar algunas cosas que no son las adecuadas para una UCI cómoda y efectiva para el trabajo que desempeñamos a diario», ha concedido la presidenta dela Comisión del centro, que ha pedido que «en la segunda fase de renovación, que está en obras, se escuchen las reivindicaciones de los profesionales».
La UCI ourensana es la primera de la comunidad que se renueva tras la pandemia, aumentando a 30 las plazas para pacientes, e insisten en que al tratarse una UCI de nivel 2, al igual que la de Lugo, «para la máxima seguridad» de los pacientes «es necesario una enfermera para dos pacientes».
RESPUESTA DEL ÁREA SANITARIA
Desde el área sanitaria de Ourense, Verín y O Barco de Valdeorras, que dirige Félix Rubial, responden que «el único interés» es «garantizar» la calidad y seguridad asistencial de la UCI.
Aseguran que «tanto estructuralmente como en dotación de personal» «es acorde con los más exigentes parámetros». «Como se les trasladó a la reunión mantenida con personal el pasado lunes, y a la Comisión de centro el martes, reiteramos nuestra absoluta disposición a escuchar y trabajar para llegar aun entendimiento pleno, desde una comunicación rigurosa y constructiva», esgrimen.