Los votos de los grupos que conforman el gobierno de la Diputación de Lugo –PSOE y BNG– han bastado para que los presupuestos de la institución para 2023 saliesen adelante este martes con la única oposición del PP.
Las cuentas de la diputación que encabeza el socialista José Tomé ascienden a 110 millones, de los que 21,5 millones se destinan al Plan Único, a través del cual se reparten partidas presupuestarias a los 67 ayuntamientos de la provincia de Lugo.
Antes de entrar a pleno, el presidente lugués y alcalde de Monforte ha resaltado de los de 2023 son «los presupuestos más elevados del mandato y van a seguir dando respuesta en la línea de trabajo que ha seguido este gobierno durante estos cuatro años para el conjunto de la provincia de Lugo».
Los socios de gobierno, el BNG, a través de la vicepresidenta de la institución, Maite Ferreiro, han coincidido en apuntar la línea continuista de los presupuestos para el próximo ejercicio, en el que se celebrarán elecciones municipales.
«Son unos presupuestos buenos ya por el hecho de que se vayan aprobando a tiempo y este año nuevo los ayuntamientos podrán disponer de una cantidad para saber como enfrentarse a hacer obras», ha incidido Ferreiro, que ha subrayado que se trata de unas cuentas «muy adaptadas a la realidad».
Por su parte, el portavoz del PP, Javier Castiñeira, ha criticado lo que considera unos «malos presupuestos». «No se ha subido a los ayuntamientos y están cabreados. Gran parte están cabreados por el sectarismo a la hora de recibir recursos», ha incidido.
Del Plan Único, Castiñeira ha asegurado que es «insuficiente». «Tiene un millón y medio más que el año 2017 cuando se hizo, cuando los presupuestos tienen 25 millones más que en 2017», ha apostillado.