El BNG de Vigo ha puesto en valor el trabajo realizado por su concejal en el Ayuntamiento, cuando se cumple la mitad del actual mandato municipal y dos años desde que la formación nacionalista lograra volver a tener representación en la Corporación olívica, y ha reivindicado su acción pese a los intentos del alcalde, Abel Caballero, de «invisibilizarlo».
En un encuentro informativo con los medios, el responsable local del BNG, Serafín Otero, y el concejal nacionalista, Xabier Pérez Igrexas, han destacado la iniciativa política de la formación en los últimos dos años y han avanzado las líneas de trabajo para «multiplicar» su presencia institucional de cara a 2023.
Pérez Igrexas ha señalado que, pese a ser el único concejal del BNG y a sufrir la «violencia institucional y administrativa» de un alcalde que ha recortado sus tiempos de intervención, que intenta «ocultar» su acción política y que incluso a llegado a negar su presencia en la Corporación, ha planteado más de 400 iniciativas, propuestas y actividades con el «foco» puesto en los problemas y necesidades «reales» de los vigueses y viguesas.
Según ha defendido, el BNG ha llevado al Ayuntamiento de Vigo el «contraste propositivo», planteando alternativas con cada crítica y denuncia, desempeñando un papel de «oposición firme y solvente», y siendo también «crítico y exigente» con la Xunta y con el Gobierno del Estado, «a diferencia de otras fuerzas políticas».
Al respecto, el concejal nacionalista ha destacado sus propuestas de atención a las personas y a los barrios, frente a un gobierno local «instalado en la inercia anémica» y para el que no hay otro modelo que «el de las promesas y grandes anuncios», mientras «se perpetúa el abandono de barrios y parroquias».
LÍNEAS DE TRABAJO
El edil ha planteado también las líneas de trabajo del BNG para los dos años que restan hasta el final del mandato municipal y que pasan por afianzar el perfil político propio de la formación, «como alternativa en positivo frente a políticas fracasadas del actual gobierno local». Para ello, la formación nacionalista llevará a cabo un proceso participativo para «aquilatar» su proyecto, que se reflejará en un documento que verá la luz a final de año.
Asimismo, ha avanzado que se «intensificará» el contacto con los movimientos sociales y se aumentará la presencia del BNG en barrios y parroquias de Vigo; se articulará un programa de propuestas «para que el Ayuntamiento sea un parapeto social para sortear los efectos de la crisis»; y se llevarán a cabo campañas institucionales en torno a temas clave como la movilidad o la ordenación urbanística.
«Partimos de una base sólida, de un trabajo solvente y de una organización cohesionada, con total unidad. Estamos en condiciones de avanzar en el proyecto de cambio», ha proclamado el edil nacionalista.