El secretario xeral del PSdeG, José Ramón Gómez Besteiro, ha calificado de «aberración» la moción de censura registrada este lunes contra el alcalde socialista de Muxía, Iago Toba, y que respaldan PP y BNG para entregar el bastón de mando al independiente Javier Sar.
En la jornada que se ha dado conocer el paso de la oposición contra el regidor que ostenta la Alcaldía desde 2019, Besteiro se ha referido, a perguntas de los medios, a este movimiento sobre el que, por el momento, el BNG guarda silencio a la espera de reunir a su ejecutiva en la tarde de este lunes.
Para el socialista, es «una aberración» que el edil «menos votado» en las municipales del año 2023 se convierta en el alcalde con el respaldo de los populares y de los nacionalistas.
Besteiro no se ha mostrado extrañado con la postura del PP pero sí con la del BNG por su «giro antidemocrático y antisocial» de hacer que «quien tiene menos votos sea quien ostente la Alcaldía».
MOCIÓN DE CENSURA
Los tres partidos de la oposición en el Ayuntamiento de Muxía (A Coruña) han registrado este lunes la moción de censura contra el alcalde socialista de este municipio, Iago Toba, y han propuesto como candidato a la Alcaldía al portavoz de Independientes por Muxía, el expatrón mayor de la cofradía de pescadores, Francisco Javier Sar.
La censura está firmada por PP, partido mayoritario de la oposición con 3 ediles; Independientes por Muxía (IxM), con dos concejales; y la concejal del BNG. El pleno para votar la moción e investir al nuevo alcalde se celebrará el próximo 7 de octubre a las 12,00 horas.
El socialista Iago Toba lleva gobernando en Muxía cinco años pero, desde los comicios locales de 2023 lo hace en minoría. Tras esas elecciones, en las que el PSdeG bajó de 7 a 5 representantes, Toba fue investido con los únicos votos de su grupo, mientras que los grupos de la oposición no alcanzaron un acuerdo para conformar una mayoría alternativa.
La portavoz del PP, Sandra Vilela, ha incidido en que el acuerdo para la moción de censura no ha sido «algo improvisado» ni «fruto de una pataleta», sino que ha sido resultado del diálogo y la negociación, y también de una importante concesión por parte del grupo ‘popular’, que ha aceptado renunciar a la Alcaldía para desbloquear una «situación absolutamente insostenible».
«Tres partidos muy diferentes hemos dejado de lado lo que nos separa, para unirnos por el bien de Muxía», ha proclamado, al tiempo que ha censurado la actitud del regidor socialista, «incapaz» de negociar, dialogar o debatir para llegar a acuerdos con la oposición, a pesar de gobernar en minoría.
«MALAS FORMAS» Y SITUACIÓN «IMPOSIBLE DE RECONDUCIR»
En la misma línea, el líder de Independientes por Muxía, Francisco Javier Sar, ha destacado que la oposición ha primado su responsabilidad hacia los vecinos, dejando de lado «intereses partidistas» y, después de que no fuera posible el acuerdo tras las elecciones locales, ahora han pactado una censura para poner fin al mandato de Iago Toba. «Debería haber sido antes», ha explicado, tras señalar que el gobierno del socialista se ha caracterízado por la «falta de comunicación» y las «malas formas» con el resto de la Corporación municipal.
Sar, que asumirá la Alcaldía, si no hay sorpresas, en el pleno del próximo 7 de octubre, ha reconocido que «nadie ha dicho que sea fácil» la nueva etapa, a falta de conocer cómo se conformará el próximo gobierno local, pero ha garantizado que «lo primero será cambiar las formas» en el Ayuntamiento.
Finalmente, la portavoz del BNG, Mercé Barrientos, ha recalcado que lo que ocurre en Muxía es «una situación de excepcionalidad democrática», con un regidor que incurre continuamente en «insultos» y desprecios personales hacia la oposición, con comentarios vejatorios y machistas y con falta de gestión política y de atención a las necesidades de los vecinos. Y todo ello, ha añadido, sin que el PSdeG hubiera hecho «nada por rebajar ese nivel de agresividad», llegándose a una situación «imposible de reconducir».
De hecho, ha recordado que, en el pleno de investidura de junio de 2023, el BNG no votó al candidato socialista, algo que es «una anomalía», pero que fue una decisión consciente (su voto fue para IxM) porque conocía los «precedentes» y que Toba «no estaba capacitado» para asumir el gobierno local.
Por otra parte, ha vuelto a insistir en que el BNG «nunca» dará una Alcaldía al PP, del que le diferencia «una ideología diametralmente opuesta». Por ello, ha aceptado el acuerdo para la censura y para proponer a Sar como alcalde, poniendo fin así a «16 meses delirantes».