El Ayuntamiento de O Grove (Pontevedra) se muestra a favor de implantar la tasa turística para la que propone cobrar entre uno y dos euros por noche para «ofrecer mejores servicios».
Todo ello, ha explicado el alcalde socialista, José Antonio Cacabelos, con el objetivo de ofrecer a los vecinos y visitantes unos servicios de calidad. «Los argumentos que yo defiendo no van por masificación o turismofobia, sino por todo lo contrario», ha esgrimido.
O Grove, ha continuado, en los meses de julio y agosto llega a cuadriplicar su población al alcanzar los 30.000 y 40.000 habitantes. Unos meses en los que las facturas del agua, según ha explicado el regidor en declaraciones a Europa Press, ascienden hasta los 60.000 euros.
Para hacer frente a ese incremento de población, el consistorio tiene que aumentar el personal para poder abordar los diferentes servicios. «Todo eso se financia con el financiamiento municipal, que viene principalmente de los tributos locales que pagan los vecinos», ha apuntado.
El alcalde ha remarcado que si la Xunta estableciese una ayuda directa para que los ayuntamientos turísticos puedan hacer frente a esa subida económica él «metería la tasa turística en un cajón».
La propuesta, ha avanzado el alcalde, la intentarán llevar al pleno municipal, en el que no tiene mayoría absoluta, tras estudiarlo y tratarlo con los diferentes partidos políticos, previsiblemente, en los meses de invierno.
«El turismo en O Grove es importantísimo, porque es una de las bases de la economía local y desde la pandemia mucho más. La actividad económica que genera en O Grove es indudable y necesaria», ha asegurado.
Con todo, esa economía es principalmente en el sector privado, pero no en el sector público, que es el que tiene que mantener los servicios. Por ello, ve «de pura lógica o de sentido común» que los turistas que vienen y que exigen tener en buen estado las infraestructuras «colaboren económicamente».
La tasa turística diseñada por Santiago: de carácter autonómico y cedida a los municipios que quieran aplicarla
La tasa turística diseñada por el Ayuntamiento de Santiago en colaboración con la USC, que propone gravar las pernoctaciones en la ciudad con entre 1 y 2,5 euros en función del tipo de establecimiento, plantea un modelo en que el tributo tendría carácter autonómico pero su recaudación y gestión recaería en los ayuntamientos que quieran aplicarla.