La secretaria provincial del PP en Pontevedra, Luisa Piñeiro, ha reivindicado este viernes que «se garantiza el estricto cumplimiento» de la normativa y de la ordenanza de usos del Castillo de Soutomaior, donde los populares, con Alberto Núñez Feijóo al frente, celebrarán el domingo el acto de apertura del curso político.
A través de un comunicado, la dirigente popular ha respondido a las críticas de la socialista Carmela Silva, expresidenta de la Diputación de Pontevedra, a la que ha acusado de «mentir» sobre esta cuestión por el «rencor» que le genera, ha dicho, haber perdido el mando de la institución provincial a raíz de las elecciones locales del 28 de mayo.
La número dos del PP en la provincia ha explicado que su formación solicitó los espacios del castillo por los cauces reglamentarios y en los plazos establecidos, que cuenta con dos informes técnicos favorables de los servicios técnicos provinciales de Turismo y Medio Ambiente y que, ha agregado, «cumple escrupulosamente con lo recogido en la ordenanza de usos de este monumento aprobada en noviembre de 2018, que no prohíbe la celebración de actos políticos». El único límite, suma, sería el interior del Castillo.
«Este recinto ahora sí que es de todos, ahora sí que puede ser empleado por toda la ciudadanía gracias al nuevo tiempo abierto en la Diputación de Pontevedra con el presidente Luis López, que se contrapone claramente y, por fortuna, a los vetos y prohibiciones arbitrarias impuestas por el PSOE desde el organismo provincial», ha aseverado la secretaria provincial del PP.
Enfrente, ha afeado que Silva «había limitado los usos de este recinto a las actividades que le interesaban políticamente y había dejado fuera del mismo a gran parte de la sociedad de una manera sectaria y plenamente discrecional». «Pero ahora sí podemos decir bien alto y bien claro que el castillo vuelve a poder ser utilizado, con el debido respeto y responsabilidad, por los 950.000 pontevedreses», ha contrapuesto.
«NO ESTÁ LEGITIMADA PARA HABLAR DE CHIRINGUITOS»
Además, ha advertido que Carmela Silva «no está legitimada para hablar de chiringuitos» porque «el mayor ejemplo de chiringuito que hay en la provincia la tiene de protagonista, puesto que considera que la sede de la Diputación en Vigo es suya, ocupe el cargo que ocupe, y no duda en desahuciar a quién sea con tal de mantener su despacho en la ciudad».
En este sentido, ha recordado que «la ruptura unilateral del convenio de cesión de este espacio a favor de la Diputación hasta el año 2029 por parte del Ayuntamiento de Vigo responde únicamente a su mal perder en las elecciones de mayo y a una concepción dictatorial, lamentable, sectaria y decimonónica de la política».
«Seguimos pendientes de que el PSOE de Vigo nos responda a una pregunta: Si Carmela Silva siguiera al frente de la Diputación, ¿se revocaría la cesión de la sede provincial en Vigo? Nosotros ya sabemos la respuesta y todos los ciudadanos también, pero seguimos esperando por ellos», ha ironizado Piñeiro.
Además, la secretaria provincial del PP ha pedido a la concejala viguesa que «asuma de una vez por todas su contundente derrota electoral» del 28 de mayo. «Entendemos que le causó un enorme dolor porque estuvo presumiendo con mucha prepotencia durante las semanas previas de que era imposible que el PP recuperase el gobierno de la Diputación», ha esgrimido.
QUE «HUYA DE LA RABIA QUE LE TIENE AL PP»
Finalmente, Luisa Piñeiro ha aconsejado a Silva que «huya de la rabia que le tiene al PP» porque, ha esgrimido, «la sociedad se construye con concordia, cooperación y diálogo entre todos. Y también le ha instado «abandonar el sectarismo que tan mal resultado le dio». «Es perfectamente comprobable en que no realizó ninguna visita institucional a una decena de ayuntamientos de la provincia, todos ellos gobernados por el PP, en sus ocho años como presidenta provincial», ha afeado.
«No es admisible, y demuestra su fanatismo y sus políticas de exclusión, que dejase completamente de lado a una decena de municipios durante los case 3.000 días de sus mandatos simplemente porque no le gustaba el alcalde o la alcaldesa correspondiente», ha zanjado.