Los populares gallegos rememoran el 1 de marzo como un día muy relevante para la historia reciente del partido, el de la primera mayoría absoluta de Alberto Núñez Feijóo en Galicia 12 años atrás, en 2009, aunque el contexto de la pandemia de la covid-19 y sus restricciones no dejan hueco para actos conmemorativos y el PPdeG desvincula de cualquier celebración el comité de dirección que se reunirá este lunes.
Con Feijóo al frente, los principales cargos del partido se sentarán en una reunión de su órgano directivo el lunes por la tarde pero, según las fuentes de la cúpula popular consultadas por Europa Press, no se esperan decisiones orgánicas relevantes. «Debemos ser consecuentes y centrarnos en los asuntos que realmente importan a los ciudadanos, para eso ampliaron nuestra mayoría absoluta en julio», alegan.
La pandemia y sus consecuencias es el principal argumento que los populares ponen sobre la mesa para justificar el retraso en la renovación orgánica que el partido tiene pendiente en el ámbito autonómico y también en el provincial y el local (hay numerosas localidades con gestoras como dirección provisional, empezando por Vigo, A Coruña y Santiago). Es una de las cuentas por saldar en clave interna, junto con del reto de recuperar terreno político municipal.
Y es que la última vez que se renovaron las principales cúpulas de la formación fue en 2016 –Alberto Núñez Feijóo fue reelegido por cuarta vez presidente del partido en el congreso autonómico de mayo de ese año, pocos meses antes de las elecciones gallegas, y previamente, en marzo, se actualizaron las direcciones provinciales–.
Los estatutos populares determinan que los congresos ordinarios el partido, sea cual fuere su ámbito territorial de competencia, se celebrarán cada cuatro años, por lo que tanto la renovación de la dirección autonómica –que lidera Feijóo– como de las provinciales –con Diego Calvo (A Coruña), Elena Candia (Lugo), Manuel Baltar (Ourense) y Alfonso Rueda (Pontevedra)– estaría ya fuera de plazo.
En todo caso, este mismo viernes el secretario general del partido, Miguel Tellado, esgrimía, además, que «no hay liderazgos en cuestión» que reclamen congresos urgentes. De hecho, si como en otras ocasiones el cónclave autonómico se hubiese celebrado justo después de los comicios autonómicos y con independencia de la renovación que pudiese haber por debajo, nadie en el partido esperaba algo distinto a un «trámite» para revalidar a Feijóo como presidente del PPdeG.
EL «PLUSMARQUISTA» FEIJÓO, DE NUEVO EN EL FOCO NACIONAL
Y es que la sucesión, por el momento, es un asunto que permanece soterrado por un aparato consciente de que evitar disputas internas precipitadas y la imagen de «un partido unido entorno a su líder» es una de las cartas que han facilitado hasta ahora las sucesivas victorias electorales. Ningún dirigente ha admitido de forma pública interés en sustituir a Feijóo en un futuro indeterminado y los líderes provinciales respaldan y reivindican su liderazo.
Entre tanto, Feijóo llega al duodécimo aniversario de su primer triunfo electoral de nuevo el foco de la política nacional, donde ha recobrado protagonismo, con especial intensidad tras el batacazo de las elecciones catalanas. Aunque esta semana ha verbalizado que no tiene interés en dirigir el PP estatal, sus críticas y consejos a la dirección nacional del partido, con Pablo Casado al frente, no han pasado desapercibidas.
En las filas del PP gallego se ve con normalidad que Feijóo tenga protagonismo político y mediático dado su «plusmarquismo» electoral –se le compara con el fallecido Manuel Fraga–, con cuatro mayorías absolutas consecutivas, que además se han ido ampliando en cada cita con las urnas, en un contexto estatal marcado por la fragmentación.
RECUPERAR TERRENO MUNICIPAL
A los líderes provinciales del PP en Galicia no les «preocupa» especialmente que, una vez más, Feijóo tenga protagonismo en la política estatal. «Al mes de ganar en 2009, ya se decía que Feijóo se iba a Madrid y mira», ha reflexionado, en declaraciones a Europa Press, el presidente del PP de Pontevedra y vicepresidente de la Xunta, Alfonso Rueda.
El que fuera su jefe de campaña hace 12 años y quien se ha consolidado como su ‘mano derecha’ en la Xunta, defiende que la prioridad ahora es la gestión de la pandemia y no vislumbra problema alguno por una posible sucesión. De hecho ve «un margen de tres años» (hasta las próximas autonómicas) para «planificar lo que haga falta».
A su juicio y es una postura compartida con otros líderes provinciales, la «gran asignatura pendiente» en clave orgánica es recuperar poder en el ámbito local –no gobiernan en ninguna de las grandes urbes y solo Baltar tiene el bastón de mando de la Diputación ourensana–.
A su modo de ver, en ello hay que trabajar, pero también hay margen por delante, puesto que hasta 2023 no volverán a celebrarse elecciones municipales. Y bajo su punto de vista, el PPdeG tiene como «principal fortaleza» que «nunca se ha relajado». «Ha sabido mantener la tensión pese a ser un partido que gobierna en clave autonómica», ha trasladado.
También la presidenta del PP de Lugo, Elena Candia, sitúa el principal reto en el ámbito de ganar poder local mientras reivindica, como clave de los éxitos electorales, que Feijóo dirige «un partido unido y centrado en las prioridades de los gallegos». «Un partido entregado a ser útil y cuyas preocupaciones son las que tienen la gente», ha defendido, en una conversación con Europa Press.
Mientras, fuentes de la dirección autonómica subrayan que lo «anómalo» tras las últimas tendencias electorales y una fragmentación política que ha eliminado prácticamente las mayorías absolutas del panorama político español no es lo que falta por «mejorar» en el territorio municial, sino los resultados de Feijóo en plano autonómico. El objetivo, sostienen, es que los candidatos locales puedan llegar a aportar ese «plus» que, remarcan, tiene el de Os Peares en el ámbito gallego.
Más allá, para Candia, ahora diputada en el Parlamento autonómico, es «un privilegio» contar «con un gran líder» que cada vez acumula «más experiencia». Cualquier otro debate, ya sea el sucesorio o la renovación orgánica pendiente, debe estar «en segundo plano», bajo su punto de vista, en el actual contexto de la covid-19.
«COMPROMISO CLARO» CON GALICIA
El tercer presidente provincial con asiento en la Cámara gallega, donde además es vicepresidente primero, Diego Calvo (A Coruña), ha trasladado a Europa Press que «el compromiso de Feijóo con Galicia está claro» y tampoco ve urgencia en la renovación orgánica. «Los congresos se harán cuando lo permita la situación sanitaria», ha remarcado.
Calvo también ha subrayado que las decisiones del Gobierno de la Xunta han sido «seguidas por la mayor parte» de las comunidades porque en Galicia «se gestiona pensando en las personas y no en clave electoral».
En la misma línea, el ourensano Manuel Baltar ha destacado que Galicia es «un espejo en el que mirarse para el resto de España» y más «en una situación tan dura» como la pandemia. «Los primeros 12 años de Feijóo en la Xunta hablan de la palabra solvencia», ha remarcado, convencido de que el liderazgo de Feijóo «no tiene respuesta ni alternativa» fuera del partido, antes de recordar todos los contrincantes socialistas y nacionalistas que ha tenido.
«Y hay algunas fuerzas que llegaron al Parlamento y se marcharon pronto», ha agregado, antes de enviar su «felicitación» al presidente gallego tras 12 años de su primera victoria. «Deseo que este 1 de marzo sirva para reafirmar el compromiso con Galicia de la fuerza más importante de nuestra nacionalidad histórica y encarar el futuro con solvencia, la palabra más importante», ha zanjado.