El sindicato UGT notificaba que las horas extraordinarias en 2020 sumaron un total de 320 millones fuera de los horarios legales de trabajo. Y esto a pesar del Real Decreto- ley 8/2019, de 8 de marzo, de medidas urgentes de protección social y de lucha contra lana precariedad laboral en lana jornada de trabajo. Aun así, la dilatación de las tablas horarias sigue siendo una práctica frecuente que no siempre tiene una compensación remunerada que se refleje en las nóminas o facturas a fin de mes. Estas maneras de obligar a la sobreprodución y al presentismo laboral incidieron en segmentos laborales que van desde servicios a empleos administrativos.
NÚMEROS Y PERSONAS
Las estimaciones apuntan a más de 700.000 personas empleadas afectadas por el incremento de las horas extras en España. Con un total de 320 millones de horas añadidas a los horarios laborales de forma extraordinaria, el aumento fue de 6.3% más en comparación con 2019. Según el informe que redactó UGT, el empresariado no pagó la mitad de trabajo a mayores materializado por empleados y empleadas.
Cuantificando en dinero, aproximadamente 2.500 millones de euros no ingresaron en las economías familiares. Además, la Seguridad Social no habría ingresado 750 millones de euros traduciéndose en un 1.6% del déficit estimado para 2020. “Para toda Galicia, el número de horas extras realizadas en 2020 aumentó un 5.35% y afectó a más de 46.000 personas” señala Mar Martín de UGT-Galicia.
¿A quién afecta más esta tendencia? Las actividades altamente feminizadas y de servicios sociales así como las del forgar. “Las mujeres acaparan tres cuartas partes del empleo a tiempo parcial, además de que, por ejemplo en educación, los profesores y profesoras realizaron tareas por vídeoconferencia que no se compensaron” dice Martín. La deducción es que los horarios laborales aumentaron donde la pandemia de la COVID no impidió seguir trabajando. Otros sectores fueron el militar, administrativo y servicios como limpieza.
Con todo, pormenorizadamente puede observarse que por ejemplo en la construcción en 2019 el porcentaje de aumento en horas extra fue del 10,6% y en 2020 fue un 5.8%. El mismo sucedió con la pesca con un 8% en 2019 y luego un 6,4% en 2020.
La Xunta de Galicia, desde la Consellería de Empleo e Igualdade, desarrolla “en coordinación con el Estado, el Plan de Inspección Laboral”. Según el departamento de María Jesús Lorenzana “se trata de un plan específico para detectar y corregir las prácticas irregulares en materia laboral, siendo prioritario la protección de los trabajadores y la calidad del empleo”. Este plan, junto con el control de tiempo de trabajo y horas extraordinarias, “tiene un papel destacado con la realización de campañas específicas en esta materia, con especial atención a la situación de la mujer”.
NO SEGUIR CON LA REFORMA LABORAL DE 2012
“Se debe derogar la ley para la reforma laboral de 2012 que permitió el abuso de la dilación horaria” destaca Martín. Esas dilaciones o abuso del presentismo laboral debería eliminarse. Esto se traduciría en una “redistribución de puestos de trabajo, pues 320 millones de horas extra pueden traducirse en nuevos empleos”. Lo que también va ligado al incremento horario en el mundo laboral es la mayor precarización de los empleos, con salarios muy bajos en relación al tiempo prestado, una presencialidad “muchas veces contraproducente para la empresa” y también inseguridad laboral, “si no me quedo pueden echarme”.
Las alternativas a corto plazo sería un aumento de la actividad de inspección laboral que permita acabar con el fraude que son las horas sin pagar y cotizar, o mejorar los registros de horarios durante la negociación colectiva. Por otra parte, a largo plazo habían debido aprovecharse los fondos europeos para cambiar el modelo productivo y creando así la “redistribución de puestos de trabajo”.
La Consellería de Traballo por su parte apunta que “en el año 2019 se inspeccionaron 851 empresas en las que se llevaron a cabo 2.218 actuaciones y se levantaron 177 actas de infracción”. En 2020 “se habían inspeccionado 880 compañías en las que se desarrollaron 1.978 actuaciones y se levantaron 173 actas de infracción”.
Las horas extraordinarias y sin remunerar son vistas como una vía de abuso laboral, además de un fraude fiscal. Por otra parte, aunque en teoría la redistribución de esas horas de más en nuevos puestos laborales podría ser factible, la actitud que perciben desde sectores sindicales es que “no quieren fomentar nuevos empleos” desde el empresariado, esas horas les salen gratuitas.