El gerente del Servizo Galego de Saúde (Sergas), José Ramón Parada, ha considerado este jueves que unificar los puntos de atención continuada (PAC) de las localidades pontevedresas de Moaña y de Cangas supone una «mayor eficiencia y calidad» para los pacientes.
Así lo ha señalado en la Comisión 5ª de Sanidad, Política Social y Empleo del Parlamento de Galicia, donde ha sido preguntado por el diputado del BNG Paulo Ríos sobre cuándo pretende la Xunta reabrir el servicio de urgencias sanitarias de Moaña, que fue cerrado durante la pandemia.
Al respecto, y tras defender el trabajo realizado por el departamento sanitario autonómico, Parada ha dicho que el PAC de Cangas atiende a una población de unas 46.000 personas con una dotación de tres médicos y tres enfermeros. Así, lo ha comparado con el de Vigo, que dispone de cuatro médicos y cuatro enfermeros para 300.000 habitantes.
Según él, si se dividen equipos entre Cangas y Moaña, habría un médico y un enfermero en este último municipio, lo que dejaría sin asistencia a los vecinos en caso de que tuviesen que desplazarse fuera del centro para atender una urgencia en un domicilio.
Parada también ha negado la existencia de «colapso» en el PAC de Cangas y ha reivindicado la necesidad de garantizar la asistencia sanitaria a todos los gallegos con los recursos disponibles en base a criterios objetivos.
Todo ello después de que Ríos criticase que el Sergas dejase sin servicios de urgencias a los vecinos de Moaña, obligándolos a desplazarse a la localidad vecina de Cangas. El diputado nacionalista ha recordado que cada domingo se lleva a cabo una concentración allí desde hace 135 semanas en protesta por este hecho.
HELICÓPTEROS
También los nacionalistas realizaron otra pregunta en la misma Comisión, en este caso al respecto del cumplimiento del contrato de la nueva empresa concesionaria del servicio de helicópteros de emergencias extrahospitalarias del 061.
La diputada Monserrat Prado ha lamentado que entre los meses de marzo y septiembre, la compañía debería tener operativos las aeronaves unas 16 horas (el contrato establece que tienen que estar disponibles durante las horas de Sol). Sin embargo, ha alertado que muchos días solo operan unas 12 horas, debido a la «falta de personal».
Fue la secretaria xeral Técnica de la Consellería de Sanidade, Natalia Lobato, la encargada de responder a esta cuestión, indicando que la Xunta hace un seguimiento constante del cumplimiento del contrato.
Según sus datos, hasta la fecha (desde el pasado mes de mayo que comenzó el servicio), se han iniciado cuatro expedientes al efecto de redimir incidencias detectadas. Pese a todo, ha destacado que en ninguno de los casos de inoperatividad de los helicópteros hubo intento de movilizar la aeronave. Aún así, ha recordado que el 061 dispone de otros medios, por lo que la asistencia a las urgencias está garantizada, tal como ha reivindicado.
ABORTO
Otra de las cuestiones de la Comisión fue realizada por la parlamentaria nacionalista Olalla Rodil, quien ha criticado que las mujeres del Área Sanitaria de Lugo que quieran abortar entre la semana 8 y la 14 de gestación tengan que desplazarse hasta Vigo para hacerlo en una clínica concertada. Así, ha pedido al Sergas «empatía» y que se lleven a cabo en el hospital de Lugo.
En respuesta, el director xeral de Asistencia Sanitaria, Alfredo José Silva Tojo, ha defendido que cada año es mayor el porcentaje de este tipo de intervenciones que se realizan en centros públicos gallegos y menos el que se hace en clínicas privadas. Además, ha dicho que «solo una mujer de Lugo fue derivada a Vigo», y la cual «no reclamó ni consta ninguna queja al respecto».
Silva Tojo también fue el encargado de contestar a una pregunta formulada por la diputada socialista María Elena Espinosa, sobre por qué el Sergas continúa utilizando de forma generalizada el fármaco Sintrom en lugar de otras alternativas que existen para patologías que necesitan anticoagulación oral.
Al respecto, Espinosa ha dicho que en la actualidad existen otros medicamentos que no necesitan una revisión médica periódica y que evitan tener que rescindir de ciertos alimentos, como sí obliga el Sintrom, lo que mejoraría la «calidad de vida» de los pacientes.
Silva Tojo ha puesto en valor el funcionamiento del Sintrom y, pese a reconocer que existen alternativas, también ha dicho que hay estudios que hablan de que un buen control de este fármaco obtiene mejores resultados que pacientes que modificaron su medicación a otro alternativo. Asimismo, ha dicho que la plataforma de teleasistencia del Sergas Telea monitoriza los tratamientos de anticoagulantes de más de 500 pacientes.
