El Sindicato de Enfermería (Satse) ha criticado que la sanidad privada «está desarrollando un plan para infiltrarse y mimetizarse sin reparos» en la sanidad pública.
Al respecto, Satse destaca diversas iniciativas y propuestas hechas desde la sanidad privada y trasladadas a la administración pública para que «sin prisa, pero sin pausa», puedan hacerse con parte del entorno de lo público.
En este sentido, Satse denuncia la «clara intención» de la sanidad privada de «formar parte sustancial» en la formación de los profesionales sanitarios, vía MIR o EIR, «ocupando el espacio natural de la sanidad pública».
«No olvidemos que en la sanidad privada muchos hospitales no cuentan con procesos que suponen costes importantes, con lo que los profesionales no podrían adquirir conocimientos prácticos y científicos, caso, por ejemplo, de procesos oncológicos, alta cirugía compleja, diálisis, radioterapia, trasplantes», apunta Satse.
También se ha planteado la necesidad de que la historia clínica de los pacientes de la sanidad pública sea accesible para la sanidad privada, lo que para Satse representa «un claro alarde de atrevimiento y descaro».
«Son una empresa privada con un legítimo interés de obtener beneficios y negocio, y para este objetivo es una relevante oportunidad el tener acceso a la historia clínica de las personas enfermas y su evolución en el seno de la sanidad pública», señala.
Por otro lado, denuncian que la sanidad privada «ha dado un paso más» y se ha ofrecido también para asumir pacientes procedentes de los centros de salud, previo pago vía concierto.
Para Satse, este «agresivo comportamiento» en la búsqueda de negocio contrasta con «la laxitud y equidistancia» de las administraciones y de la sanidad pública.
«Esta realidad estratégica de la sanidad privada se ve favorecida por la incapacidad de reacción de la administración para optimizar las infraestructuras y recursos que ofrece la sanidad pública, eligiendo con demasiada frecuencia desviar fondos públicos a la sanidad privada en lugar de poner a pleno rendimiento y con recursos los hospitales y centros de salud», reitera.
Por último, Satse alerta de la «deriva preconcebida» que sufre la sanidad pública, «a la que se está asfixiando económicamente a pesar de estar a la cola de Europa en gasto sanitario por habitante y no disponer de los medios y recursos humanos necesarios para garantizar de manera óptima la seguridad del paciente y la calidad asistencial».