El Ministerio de Transportes ha avanzado que se está estableciendo un «criterio global» para Adif con el objetivo de que todas las estaciones de territorio nacional puedan en el futuro servir como refugios climáticos, siempre que así se acuerde con los respectivos ayuntamientos y, además, ha informado de su intención de colocar fuentes gratuitas de agua en las más grandes.
Así lo expone el departamento que dirige Óscar Puente en una respuesta parlamentaria a los diputados de Sumar Félix Alonso, Julia Boada y José Manuel Lago Peñas, quienes se interesaron por los planes de Transportes en esta materia.
En el texto, al que ha tenido acceso Europa Press, Transportes señala que, a raíz de la solicitud de varios ayuntamientos para establecer las estaciones como refugio climático, «se está estableciendo un criterio global para Adif para todas las estaciones del territorio nacional».
ABANDO YA ES REFUGIO
Y, en paralelo, se va a analizar cada caso concreto con vistas a formalizar los acuerdos necesarios con los distintos consistorios. Así se ha hecho ya con el de Bilbao que han incluido la estación de Abando en su red de refugios climáticos.
Los diputados de Sumar también preguntaron al Gobierno por qué se han instalado fuentes para beber agua en los aeropuertos, pero no en las estaciones, y sobre la posibilidad de ofrecer esta bebida gratis en el interior de los trenes o, al menos, a un precio máximo de un euro.
Transportes les ha contestado que Adif «tiene conciencia de la mejora que supondría en los servicios ofrecidos en las estaciones la instalación de fuentes de agua gratuitas, aun teniendo en cuenta los posibles inconvenientes que pudieran presentarse», pero que no detalla.
FUENTES EN ATOCHA Y VALENCIA
Por eso, avanza que está previsto instalar fuentes «dentro de las salas de embarque de las grandes estaciones» lo que servirá para «ver los posibles aspectos a mejorar para minimizar las desventajas descritas». Por lo pronto, ya se ha instalado una fuente en la sala de embarque de la planta primera de la estación de Atocha, en Madrid, y otra en el pasillo exterior que conecta las dos estaciones de Valencia.
Además, indica que en la actualidad, tanto el servicio de cafetería como el de máquinas expendedoras a bordo de los trenes se gestionan mediante concesiones o contratos adjudicados a empresas privadas a través de procedimientos de licitación pública, por lo que cualquier modificación en las condiciones de prestación de dichos servicios requeriría una revisión contractual.
Transportes recuerda que «no existe una normativa nacional que limite el precio del agua embotellada o envasada en servicios complementarios como cafeterías o máquinas expendedoras» y que la ley sólo establece la obligación de ofrecer agua del grifo gratis en determinados establecimientos del sector de la hostelería, pero que esta no afecta ni al agua envasada ni a los servicios de transporte ferroviario.
Tras apuntar que el agua del grifo en los trenes no es potable, añade que, dentro del marco contractual vigente, Renfe «no puede imponer la gratuidad del agua ni establecer un precio máximo para su venta».
Además, avisa de que en caso de que se decidiera fijar un precio máximo para el agua embotellada, sería necesario compensar económicamente al concesionario o adjudicatario por la diferencia entre el precio de venta al público y el precio exigido, conforme a los principios de equilibrio económicofinanciero que rigen los contratos públicos.