La dirección de la factoría viguesa del grupo automovilístico Stellantis ha iniciado este martes la negociación del nuevo convenio colectivo con el comité de empresa de la planta, por lo que cada sindicato con representación ha presentado sus propuestas de cara este documento.
Tal como ha informado el presidente del comité, Víctor Mera, se trató de un encuentro «formal», para comenzar la negociación. Durante el mismo, cada parte ha expuesto sobre la mesa sus pretensiones para el nuevo convenio, pero no se han llegado a debatir.
En declaraciones a Europa Press, Mera ha dicho que en la reunión la empresa ha explicado qué supuso el anterior convenio, que estuvo vigente entre 2020 y 2023 y ha emplazado a los sindicatos a negociar a partir del próximo martes, día 7 de noviembre, a las 10,45 horas.
Se prevé que, a partir de la semana que viene, la mesa de negociación se reúna cada martes y jueves hasta alcanzar un acuerdo. En la misma están presentes representantes de SIT, UGT, CC.OO. y CUT.
Precisamente CC.OO. ha indicado que el último convenio «no ha cumplido con las expectativas» en un contexto «favorable» con dos vehículos recién implantados en la fábrica y sin la «incertidumbre» que hay en estos momentos, «lo que daba la posibilidad de realizar más avances económicos y en derechos», por lo que fue una «oportunidad perdida».
El sindicado ha pedido que se coloque a los trabajadores en el centro de todas las decisiones, indicando que el bienestar de los empleados es la «mejor inversión» para asegurar el futuro de la empresa.
Desde la CUT, Vitor Mariño ha indicado que el contenido de la reunión de este martes fue «el esperado», ya que, según ha dicho, Stellantis ha vuelto a ponerse en una posición «catastrofista» para pedir ser «comedidos» a nivel económico y así mantener la eficiencia.
«No esperábamos otra cosa», ha subrayado Mariño en declaraciones a Europa Press, quien ha insistido en la importancia de «revertir los recortes de 2014» y aumentar no solo los complementos económicos, sino también la salud laboral y reducir las «altas cargas de trabajo».
Tras reconocer que prevé que este nuevo convenio tenga una duración de cuatro años, como el anterior, ha dicho que espera una negociación «exprés», que no durará «mucho más de un mes», según ha sentenciado, tras criticar que algunos sindicatos «aplaudieron» el documento de 2020-2023, al contrario que la CUT.