El presidente de la Xunta, Alberto Núñez Feijóo, ha celebrado la llegada del AVE a la ciudad de Ourense como «un antes y un después» para Galicia, si bien ha señalado el objetivo «irrenunciable» de que los tres de alta velocidad lleguen al resto de ciudades gallegas.
En el acto institucional en la estación de ferrocarril ourensana, junto al Rey Felipe VI y el titular del Gobierno central, Pedro Sánchez, Núñez Feijóo ha calificado este momento como «histórico» y ha hablado de «día grande» para la comunidad gallega.
Al entrar el AVE en Ourense, los gallegos alcanzan, según ha subrayado, «una meta largamente esperada e intensamente demandada». Además, este «ansiado hito» llega «inmersos en otros dos hechos de gran trascendencia», por el 40 aniversario del estatuto de autonomía y la «oportunidad inédita del doble Año Santo».
En la víspera de la puesta en servicio, este martes, de los viajes comerciales de la alta velocidad a Galicia, el presidente gallego lo ha aplaudido «como un activo de valor incalculable para aprovechar al máximo el potencial turístico del Xacobeo».
Ha recordado, eso sí, el «retraso acumulado» de las obras, pero ha apostado por no «malgastar ni un minuto de tiempo para hablar del pasado».
Así, incidiendo en que es «imprescindible que se cumplan los tiempos de conexión» comprometidos con todas las ciudades, ha valorado que reducir a dos horas y 15 minutos el viaje entre Madrid y Ourense abre un «nuevo e interesante camino a Galicia que muestra» a esta ciudad «como primer escaparate».
«Ourense se convierte en el gran centro nodal del turismo de Galicia», ha advertido, antes de erigir al ferrocarril en «capaz de constituir», por precios, tiempos y oferta, «una alternativa sólida al avión».
Para Feijóo, la presencia del Rey y del presidente del Gobierno, «evidencian» que el de hoy es un «gran día también para España», pues las líneas de alta velocidad conforman las «arterias que mejor pueden comunicar a un país».
Este martes «la red se amplía», ha llamado la atención, y «llega por fin hasta el noroeste peninsular». De este modo, Alberto Núñez Feijóo ha afirmado que España «se convierte en una nación más cohesionada» y Galicia se sitúa «más cerca de la realidad a la que pertenece».
RECONOCIMIENTOS
Tras una actuación millonaria y en un terreno de orografía compleja, el jefe del Ejecutivo autonómico ha tenido palabras para los responsables públicos, cuatro presidentes del Gobierno (Aznar, Zapatero, Rajoy y Sánchez) que «merecen hoy todo el reconocimiento por su aportación».
También se ha referido a los ministros «que escucharon» las demandas de Galicia y ha mencionado expresamente a Francisco Álvarez-Cascos, José Blanco, Ana Pastor (estos dos últimos presentes en el acto), Íñigo de la Serna, José Luis Ábalos y Raquel Sánchez.
Tras la construcción de esta infraestructura «hay una voluntad de hacer justicia», para Feijóo, que ha recordado que se abordó «cuando más difícil era hacerlo, en la peor crisis económica» y «en medio de voces que cuestionaban el sentido» de la misma.
Por eso, ha interpelado al presidente del Gobierno para asegurarle que «Galicia es un buen lugar para invertir» y «merece la pena hacerlo». «Pronto tendremos la ocasión de demostrar que esta ingente cantidad de dinero público ha merecido la pena», ha hecho hincapié.
REIVINDICACIONES
Por su parte, ha reivindicado avances en el ferrocarril hasta Ferrol y hasta Lugo, «despejando las sombras» de Vigo, y ha apuntado igualmente a la conexión de Galicia con Portugal «a fin de finalizar el AVE atlántico-ibérico».
«Estamos mejor preparados para progresar juntos. Debemos continuar andando», ha ahondado, antes de hablar de ese «un antes y un después» que «supone poder competir en términos de igualdad con el Mediterráneo, con el sur» y con el resto de España en general.