Delegados del comité de empresa de Navantia Ferrol han impedido a primera hora de la mañana de este miércoles –de 5,30 a 7,00 horas–, el acceso de los trabajadores al astillero, una medida de protesta que se ha desarrollado para denunciar «el sabotaje» por parte de la dirección a las «relaciones laborales».
La parte social acusa a la dirección de la ría de Ferrol del «incumplimiento del convenio colectivo en diversos conceptos», además de «no implementar el plan industrial con el que se establecía la transformación digital del astillero de Ferrol, con la construcción de un dique cubierto y planes industriales para el astillero de Fene (A Coruña) y para la fábrica de Turbinas».
Además, también carga contra la dirección por «no dotar de contenido a la Comisión central de productividad» y por su negativa a «abrir la comisión de la industria auxiliar».
NUEVOS ACCESOS
El presidente del comité de empresa, Emilio García Juanatey (CCOO), también ha criticado la actitud de la dirección de la empresa en el proceso de nuevas incorporaciones, al estimar que se está «dificultando que las plazas de acceso sean objetivas y transparentes».
De este modo, ha incidido en que «el último detonante» fue que «cuatro aspirantes que ya habían superado todas las pruebas que recogían las bases» hayan sido rechazados «tras un test de un psicólogo», una medida que, según apunta Juanatey, «no aparece recogida en la convocatoria».
Así las cosas, ha reclamado que el criterio de la Comisión de empleo se asiente en permitir la entrada de las mejores puntuaciones durante la tercera prueba.
PARA LA CGT, «UNA AUTÉNTICA CACICADA»
Por otra parte, la Sección sindical de la CGT en el astillero ferrolano ha acusado a la dirección local de practicar «una auténtica cacicada» con las pruebas de nuevos accesos, a la que acusa de «violar las bases» que han elaborado.
A través de un comunicado, aseguran que Navantia excluyó a cuatro personas que sacaron la nota suficiente para obtener plaza, tal y como recogen las bases, pero que «no obtuvieron el visto bueno de un psicólogo contratado por Navantia para hacer algunas entrevistas personales telemáticas, entrevista que no aparecen en las bases, y que tampoco se le hizo a todos los candidatos».
El sindicato considera que esta situación evidencia un ejemplo de «nepotismo», y que el darse en una empresa pública «es gravísimo».
Así las cosas, la CGT subraya que Navantia es una empresa pública y, por lo tanto, «debe de seguir los procedimientos transparentes y objetivos propios de la Administración pública».
«(La compañía) Excluye a gente por motivos oscuros que oculta tras la excusa del secreto clínico de un psicólogo, o por exceso de conocimiento, como ya pasó en las plazas de universitarios júnior».