El sector electrointensivo gallego será esencial y estratégico para la economía de la Comunidad, según ha acordado este jueves el Consello de la Xunta. Con este paso, el Gobierno gallego cumple un compromiso adquirido el pasado mes de julio, cuando se presentó el plan de la Xunta para esta industria.
Lo ha anunciado el presidente gallego, Alberto Núñez Feijóo, quien ha recorcado las ventajas que supone esta declaración a nivel tramitación para las empresas que quieran invertir en este sector y ha puesto el foco en el futuro de la factoría de Alcoa en San Cibrao, en Cervo (Lugo), en «situación crítica».
Feijóo ha subrayado que, «tras las (elecciones) autonómicas», la Xunta «consiguió» que el Gobierno central «trabaje junto» a ella y el comité de empresa para tratar de solucionar «un problema» al que se llega «tarde», si bien ha lamentado que es más complicado solventar situaciones cuando «los problemas se dejan pudrir».
«Saludamos mucho el cambio de actitud del Gobierno central y el consenso del Congreso en relación con no descartar la posibilidad de intervenir la factoría por parte de la SEPI y del Gobierno central», ha esgrimido Feijóo, quien también ha agradecido el «compromiso» del Ejecutivo sobre la posibilidad de llegar a dar este caso «si hiciese falta».
No en vano, aunque no pierde «la esperanza» y aún contempla alguna vía «para seguir negociando», ha confesado que ve más lejos que hace semanas una posible «solución amistosa» para la fábrica de Cervo. Por ello, ha destacado el paso dado este jueves por la Xunta, aunque ha lamentado que faltan «herramientas» que tendría que impulsar el Ejecutivo central para el sector.
«Seguimos sin un estatuto para las electrointensivas y sin un precio competitivo», ha advertido Feijóo.
«MENSAJE» DE LA XUNTA
En todo caso, ha identificado la declaración de este jueves como «un mensaje» de la Xunta a los compradores de Alcoa o a cualquier compañía que quiera invertir en una actividad que la Administración considera esencial para el crecimiento y desarrollo económico de la Comunidad. En Galicia supone el 5,7% del valor añadido bruto (VAB) y representa casi la mitad (45,2%) del sector industrial autonómico.
Según detalla la Xunta, se trata de una industria que engloba el sector del aluminio (Alcoa, Cortizo, Alumbran, Exlabesa y Extrugasa), pero también a siderurgia (Megasa y Celsa), la metalurgia no férrea (Ferroatlántica y Xeal), la fabricación de cementos (Cementos Cosmos), la transformación de la madera (Finsa, Grupo Tojeiro e Intasa) y los sectores papelero (Ence), químico (Showa Denko Carbon Spain) y conservero (Jealsa y Frinsa).
También se caracteriza porque el coste energético de su actividad puede llegar a suponer un 50% de los costes de producción, por lo que la electricidad es un factor primordial nos sus procesos.
Gracias a esta declaración, las empresas que integren el sector electrointensivo de Galicia que presenten proyectos de ampliación, modernización o transformación y cumplan, al menos, dos de los siguientes requisitos –generación de 25 o más puestos de trabajo directos bajo a modalidad de contrato indefinido a jornada completa; que impliquen una inversión en activos fijos igual o superior a un millón de euros; que sean tractores o complementen cadenas de valor– tendrán con carácter automático la consideración de iniciativas empresariales prioritarias.
Esto otorga carácter prioritario a los trámites que son competencia del Gobierno autonómico para la implantación y puesta en marcha del proyecto, reduciendo los plazos administrativos a la mitad, siempre y cuando mantengan los requisitos exigidos y cumplan las directrices autonómicas a nivel legislativo, técnico y medioambiental.
Asimismo, serán objeto de un seguimiento personalizado y específico desde la Oficina Doing Business Galicia hasta su implantación.