Los en torno a 1.000 trabajadores de la fábrica de Alcoa en Cervo (Lugo), más de 500 de la planta de aluminio y otro medio millar de la de alúmina, están convocados a una huelga indefinida a partir de este domingo día 4 de octubre.
La decisión ha sido tomada por unanimidad este martes en asamblea, tras el fracaso de las negociaciones entre la empresa y Liberty para vender la factoría y también después de una mesa sin acuerdo entre la multinacional y el comité de empresa, que acusa de «mala fe» en el proceso a la compañía estadounidense.
Según ha informado el presidente del comité de empresa, José Antonio Zan, consultado por Europa Press, la convocatoria para este paro indefinido ya ha sido registrada.
De este modo, la plantilla intensifica sus protestas, después de varias semanas de movilizaciones con cortes de tráfico en la provincia de Lugo y concentraciones como la de este mismo martes a las puertas de la factoría, donde han quemado neumáticos y un cartel de la empresa.
Xunta y Gobierno central también coinciden en acusar a Alcoa de «mala fe» en la negociación con Liberty, puesto que, de hecho, tras romper las conversaciones el pasado martes, también rechazó la oferta realizada por la Sociedad Estatal de Participaciones Industriales (SEPI), para que fuera esta la que adquiriera la fábrica.
La multinacional del aluminio, por su parte, asegura haber negociado de «buena fe», pero critica que las alternativas planteasen condiciones «fuera de mercado» y advierte que la refinería de alúmina de San Cibrao «no se incluyó en proceso de consulta ni en el de venta».
En este escenario, el vicepresidente económico gallego, Francisco Conde, ha asegurado que ambos ejecutivos estudian «todas las vías» desde el punto de vista jurídico y administrativo, incluida la de la intervención, para lograr que Alcoa «deje de operar la planta» y «dé paso» a Liberty.