El delegado de la CIG en el Ayuntamiento de Santiago, Xavier Picón, ha informado de que el sindicato va a presentar un recurso contencioso administrativo contra un acuerdo de la junta de gobierno local para «duplicar» el pago a la Policía Local y Bomberos por trabajar en festivo. Considera que se trata de una conducta «antisindical de libro» al realizarse fuera de la negociación del convenio colectivo.
En rueda de prensa este miércoles, Picón ha cargado contra la «mala fe» del ejecutivo municipal por este acuerdo de la junta de gobierno del 22 de julio, ya que supone una «modificación» del convenio colectivo y las condiciones de trabajo pactadas sin llegar a acuerdo en la mesa general de negociación.
Y es que considera que es una «infracción del ordenamiento jurídico», al tiempo que «contraviene» el artículo 14 de la Constitución, dado que, a su juicio, el gobierno de Xosé Antonio Sánchez Bugallo no puede tomar esa decisión de «forma unilateral» y dejar a otros trabajadores municipales en desigualdad de condiciones al cobrar la mitad que este personal por festivos.
Xavier Picón censura que el gobierno «rompe» los acuerdos alcanzados en la mesa de negociación, por lo que «viola el derecho a negociación colectiva» e incurre en «desviación de poder». Aquí, reprueba el «desprecio» del ejecutivo por la representación sindical mayoritaria.
En este sentido, el delegado de la CIG incide en que esta medida supondrá un «repago» de 300.000 euros para estos dos servicios, lo que provocará un exceso en la masa salarial que permite la ley de presupuestos del Estado.
Avisa de que este acuerdo se puede encontrar con un reparo suspensivo por parte de la fiscalización municipal después de que se adoptase con la «advertencia» del secretario municipal de la «ausencia de informes» preceptivos.
«ROMPE CON LA PAZ SOCIAL»
Dado que la CIG considera que este acuerdo «rompe con la paz social en el Ayuntamiento», a partir del mes de septiembre avanza «medidas de presión» por parte de los trabajadores. «Tomamos buena nota», advierte.
Lamenta el «despilfarro» de dinero público que supone este acuerdo, pues el gobierno local prefiere «pagar sobresueldos» en vez de usar esa partida para «sacar del paro a unos cuantos jóvenes de la comarca». Apunta que el año pasado algún bombero llegó a cobrar hasta 24.000 euros en sobresueldos, «una auténtica pasada».
Picón defiende que todas las demandas de los trabajadores deberían abordarse «en conjunto». Cree que «no es de recibo» que no se afronten problemas como la «escasez» de recursos, mientras se podrían crear «más de 40 puestos de trabajo» con lo que se paga en sobresueldos.