El presidente de Abanca, Juan Carlos Escotet, ha insistido en sus críticas al impuesto a la banca, del que «francamente» no hace «una buena valoración», ya que «el efecto en el crédito y en la competitividad son claramente dañinos».
A preguntas de la prensa en la presentación de resultados de 2023, año récord de beneficios en Abanca al alcanzar 711 millones, sobre la posibilidad de que el Gobierno haga permanente el impuesto a la banca, Escotet ha apuntado al «efecto que esto puede tener en el crédito especialmente», así como a «una pérdida de competitividad» con el resto de los bancos europeos, lo que «de alguna forma explica» que los bancos cotizados españoles en la comparativa con Europa «tengan cotizaciones a valor libro inferiores a la media del sector o de los mercados europeos», lo cual «tiene su origen en este tipo de decisiones».
Con todo, valora que «hay un espacio de negociación» con el Gobierno. «Confiamos en que para los ejercicios sucesivos esto desaparezca», asegura el presidente de Abanca. Recuerda que este impuesto fue recurrido ante el Supremo y seguirá su trámite en el Constitucional.
Precisamente, en relación con el reciente encuentro mantenido con el ministro de Economía, Carlos Cuerpo, Escotet ha dicho: «Pues la verdad es que la reunión ha ido francamente bien. Nosotros celebramos y apoyamos todo este tipo de encuentros. Tener una oportunidad, una instancia para poder hacer un intercambio fluido, profesional y transparente, pues siempre es algo que claramente nos motiva».
«Hemos planteado todo tipo de temas del sector y, efectivamente, nuestras diferencias sobre la renovación que se ha hecho del impuesto, pues también esperemos que muchos de los comentarios sean tomados en cuenta», ha asegurado en relación con la reunión con el ministro de Economía.
Por otra parte, a preguntas de la prensa sobre qué política de reparto de dividendos seguirá Abanca tras batir su récord de beneficios en 2023, el consejero delegado de Abanca, Francisco Botas, ha aseverado que «seguirá siendo conservadora».