El Sindicato Unificado de Policía (SUP) ha formalizado los trámites para personarse en la causa abierta por el incidente registrado en la noche del pasado lunes en el aeropuerto de Santiago, en el que se vio involucrado un funcionario y coordinador de área del Ministerio de Igualdad. En el marco de esta actuación, un agente sufrió lesiones en una mano, por las que llegó a causar baja médica.
El portavoz del SUP en Galicia, Roberto González, acompañado de un abogado y otros miembros del sindicato, han confirmado la acción judicial para ser parte de la causa que sigue su curso en el Juzgado de Instrucción Número 3 de Santiago. Al tiempo, ha denunciado que el cargo de Igualdad, que fue detenido y pasó la noche en la comisaría compostelana, quiso «hacer prevalecer su condición para quedar impune».
«Los agentes saben quién es esta persona porque ella lo dice y quiere hacer prevalecer su condición de alto cargo o funcionario de alto rango ligado al Ministerio de Igualdad para que esta actuación quede impune», ha esgrimido, después de confirmar que, durante el incidente, se identificó «como un miembro del Ministerio de Irene Montero».
El SUP, quien pide pasos legislativos para que los delitos de resistencia, desobediencia y atentado contra un agente de la autoridad, tengan «una pena acorde con la gravedad» que suponen, ha lamentado que una persona que ocupa un puesto público y que tendría que «dar ejemplo» acometa contra los agentes para «tratar de evadir la acción policial». «Es lamentable», ha manifestado su portavoz.
En cuanto al funcionario y coordinador de área, quien ha avanzado que también denunciará la actuación policial, ha indicado que «está en su derecho» de hacer lo que considere oportuno. Según ha apuntado, las diligencias previas investigan un supuesto delito de atentado contra la autoridad y también de lesiiones derivadas de una actuación de «resistencia».
INCIDENTE EN LAVACOLLA
El atestado, según fuentes conocedoras del mismo y consultadas por Europa Press, sitúa los hechos en el pasado lunes en torno a las 22,00 horas, en el aeropuerto Rosalía de Castro.
Según el relato policial, el conflicto se inició en el momento del embarque de un vuelo de Ryanair con destino a Madrid, cuando azafatas de la compañía advirtieron al hombre, posteriormente detenido y que pasó la noche en comisaría, y a su pareja que su equipaje excedía el máximo permitido.
Entonces, se habría iniciado una discusión con el personal de la compañía, que optó por avisar a la Policía Nacional. El agente del aeropuerto se dirigió hacia la zona y trató de identificar al pasajero «hasta en cinco ocasiones», a lo que este se habría negado mientras su pareja grababa la escena con el móvil.
El atestado hace constar que, ante la negativa y en vista de la actitud violenta del hombre, se le trasladó a una sala de la Policía Nacional en el aeropuerto. En este escenario, según la versión policial, también habría insultado a una agente de la Guardia Civil.
Una vez en las dependencias policiales, según el relato del agente, profirió insultos y amenazas contra las autoridades, además haberse identificado él mismo como «de Podemos». «Me detenéis porque soy de Podemos», sostiene el informe del agente que trasladó el hombre, además de advertir que iban a perder «el uniforme», y de dirigir insultos como «fachas» y «homófobos», entre comparaciones con la «policía iraní».
MANO ATRAPADA POR UNA PUERTA
En esas dependencias, según la versión policial, se produjo un incidente en el marco del que el policía acabó con la mano atrapada por una puerta, lo que le provocó una contusión por la que fue atendido posteriormente en el hospital –según refleja el parte médico al que ha accedido Europa Press–. Ha causado baja laboral.
En esta coyuntura, habría procedido a la detención y a llamar refuerzos. Una vez detenido se le trasladó al calabozo de la comisaría, donde pasó la noche. El sindicato policial recuerda que ha pedido reiteradamente que se endurezcan las penas por los delitos de resistencia, desobediencia y atentado a la autoridad.
En cuanto a la pareja del detenido, no fue objeto de detención en ningún momento, según las fuentes policiales consultadas, aunque también se le atribuye un delito «leve» de hurto por coger el móvil del agente en un momento en el que se le cayó al suelo. El agente se dio cuenta cuando le sonó «encima» y, entonces, este se habría disculpado trasladando que pensaba devolvérselo.