La directora xeral de Saúde Pública, Carme Durán, ha informado de que en 2022 se realizaron 1.827 muestras de aguas de abastecimiento para su análisis del Laboratorio de Saúde Pública de Galicia, lo que arroja que un 91,6% son aptas con los valores paramétricos determinados por la normativa estatal y europea.
En la Comisión de Agricultura, Durán ha informado de que existen 978 zonas abastecimiento de aguas de consumo humano en vigilancia sanitaria por parte de la Consellería de Sanidade, lo que supone más de tres zonas de abastecimiento por ayuntamiento de media.
Igualmente, apunta que los gestores en la comunidad gallega realizaron 33.400 determinaciones de plaguicidas individuales y 2.600 de nitratos, lo que dio como resultado que «prácticamente el 100%» obtuvo valores paramétricos por debajo de los límites. En este sentido, garantiza que en el control de aguas de consumo humano se sigue «con rigor» la normativa.
Asimismo, Durán remarca que se hace seguimiento de la presencia de cianotoxinas en embalses para aumentar la vigilancia en caso de que se superen los límites en puntos de captación. Además, expone que la Xunta trabaja en coordinación con ayuntamientos para garantizar la calidad del agua de consumo humano.
Por su parte, el diputado Xosé Luís Rivas, Mini (BNG), ha denunciado que los vertidos «merman la salubridad de las aguas», a lo que se une «el deficiente funcionamiento de muchas EDAR» y «fitosanitarios y fertilizantes agrícolas».
Así, avisa de que «va en aumento la preocupación de las aguas del rural, de las aguas de consumo». Alerta de una bajada «brutal» de caudal de ríos y regatos, con una calidad del agua «más que dudosa».