«Lo que hoy empieza como una novela de ciencia ficción, mañana terminará como un reportaje». Con estas palabras resumía el vicepresidente primero de la Xunta y conselleiro de Economía, Industria e Innovación, Francisco Conde, el hito que está a llamado a ser la unidad cooperativa de investigación del centro en terapias avanzadas de Galicia, que se situará en Santiago tras una inversión de 2,5 millones de euros y que estará en funcionamiento a principios de 2024.
Conde ha participado este martes en el acto de firma del protocolo para la puesta en marcha de esta unidad junto con el conselleiro de Sanidade, Julio García Comesaña; los rectores de las tres universidades públicas gallegas, Antonio López (Santiago), Julio Abalde (A Coruña) y Manuel Reigosa (Vigo); representantes de las tres fundaciones de investigación sanitaria y la gerente de la empresa pública Galaria, Rocío Mosquera, entre otros.
Mosquera, precisamente, ha sido la encargada de abrir esta jornada celebrada en el Pazo de San Lourenzo, en el Campus Sur de la capital gallega, que supone poner «la primera piedra» de este centro que albergará «alrededor de él una unidad de investigación» sobre las terapias avanzadas, señaladamente las denominadas ‘CAR-T’, para que Galicia «sea pionera» en este campo.
El conselleiro de Sanidade ha ofrecido algunos detalles sobre los próximos pasos a dar. El centro entrará en pruebas «en el último trimestre de 2023» para que esté en funcionamiento «en los primeros meses de 2024». De hecho, a comienzos del próximo mayo, se desarrollarán los exámenes del proceso selectivo para dotarlo de personal, que se incorporará en verano.
TERAPIAS PARA EL SERGAS
García Comesaña ha ensalzado que esta unidad de investigación desarrollará nuevas terapias avanzadas con la idea de que, en el futuro, estos fármacos se incorporen a la cartera de servicios del centro y se ofrezcan a los pacientes del Servizo Galego de Saúde (Sergas).
«Hoy tenemos pacientes en hospitales que no van a optar de momento a una terapia ‘CAR-T’ porque están en una fase precoz todavía, pero en unos años esto no será una terapia de rescate, sino de primera opción, ha proclamado.
El titular sanitario de la Xunta ha echado la vista atrás para rememorar al exconselleiro de Facenda Valeriano Martínez, fallecido en octubre de 2021, porque «lo vio clarísimo» cuando se propuso este centro que, aparte de ser un mandato del Parlamento autonómico del año 2020, fue «una de las grandes apuestas» en Galicia para el empleo de los fondos europeos REACT-EU.
Así, en marzo de 2021 se anunció que se ubicaría en Santiago, en el antiguo Instituto de Ortopedia e Banco de Tecidos Musculoesqueléticos de Monte da Condesa que cede la USC, y a lo largo de 2022 se conocía el proyecto de obra y la licitación del equipamiento por más de 700.000 euros: «Un proceso de estas dimensiones solo se podría hacer con una férrea voluntad de colaboración y apoyo de distintas entidades».
«UNA AMBICIÓN»
En este contexto, el vicepresidente primero de la Xunta ha recordado que este proyecto que «hoy se convierte en una realidad», gracias a la colaboración de las universidades y la Administración autonómica, nace de «una ambición que tuvo sus inicios en 2020».
En definitiva, se trata de «sumar capacidades de los diferentes grupos de investigación» para «multiplicar todas las posibilidades de éxito en el ámbito cooperativo y de financiación» para crear nuevos fármacos de los que se van a beneficiar pacientes de Galicia «y también del resto del Estado».
«Lo que hoy empieza como una novela de ciencia ficción, mañana terminará como un reportaje. Estamos convencidos, tanto el conselleiro de Sanidade como yo, de que no pasará mucho tiempo hasta que se escriban reportajes sobre la lucha contra el cáncer desde Galicia y, desde aquí, con el centro de terapias avanzadas de Galicia», ha subrayado Francisco Conde.
Asimismo, el vicepresidente ha adelantado la próxima puesta en marcha por parte de la Xunta de un nuevo decreto para investigadores con el objetivo de «captar» y «retener» el talento con «mejores condiciones».
Las previsiones del Gobierno gallego es que esté aprobado en el segundo trimestre de 2023 y permita beneficiar a más de 500 investigadores y técnicos de investigación dependientes de la Administración autonómica. La intención es darles «estabilidad» y llegar «hasta donde la ley estatal de ciencia e innovación no lo hace».
LOS TRES RECTORES
Como símbolo de la unidad del panorama investigador y formador en torno a este centro, también han intervenido, tras la firma del convenio, los tres rectores de las universidades públicas gallegas. Por parte de la de Santiago, Antonio López ha desvelado que la única condición para adaptar las instalaciones del Instituto de Ortopedia e Banco de Tecidos Musculoesqueléticos fue que se pusiera en marcha una unidad de investigación ligado a la producción de estas terapias.
«Esta colaboración, de la que estamos dando buena muestra cada vez que se nos pide, es la mejor receta para garantizar el éxito. Tenemos una infraestructura magnífica y, ahora, lo que tenemos es que ponerla a pleno rendimiento», ha demandado el rector de la USC.
Por su parte, el de la Universidade da Coruña, Julio Abalde, ha celebrado que en el acto estuviesen presentes «con un objetivo», que es el de «colocar a Galicia en la vanguardia» de las terapias ‘CAR-T’, decenas de representantes de agentes importantes «para que la sanidad gallega avance».
Además, el rector de la Universidade de Vigo, Manuel Reigosa, ha asegurado que el sistema gallego de formación superior «lleva mucho tiempo dando muestra de que está del lado de la ciudadanía». «Los gallegos podemos sentirnos orgullosos de lo que se está haciendo en docencia, investigación y transferencia de conocimiento», ha confirmado.