Investigadores de la Universidade de Santiago de Compostela (USC), la Xunta y el Instituto Galego de Estatística (IGE) han establecido niveles de alerta epidemiológica tras analizar los 250.000 casos de COVID-19 diagnosticados entre febrero y junio de 2020 en España, durante la conocida como ‘primera ola’ de la pandemia.
Según ha detallado la universidad, el estudio, que ha sido publicado en la revista Archivos de Bronconeumología de la Sociedad Española de Neumología, ha permitido concluir que el confinamiento decretado el 14 de marzo de 2020 «podría haber llegado tarde en algunas provincias y en otras podría haberse acortado».
En concreto, los investigadores han indicado que establecieron niveles de alerta de acuerdo con la incidencia semanal acumulada por cada 100.000 habitantes con «una muy buena capacidad de discriminación de la evolución de los casos por provincia». Mediante esta clasificación se puede predecir la mayor o menor propagación de la enfermedad según la tendencia global de la incidencia acumulada y la velocidad a la que crece o disminuye en el periodo estudiado.
La investigación realizada agrupó las provincias en relación a su evolución en el periodo analizado, que fue mala en 10 casos, intermedia en 17, y buena en los 25 restantes. Para ello, se plantearon niveles de alerta epidemiológica con tasas de incidencia a siete días que catalogaron como provincias de riesgo intermedio las que sumaban 134 casos por cada 100.000 habitantes y advirtieron un riesgo alto en las que alcanzaban los 167.
Los autores del estudio publicado han señalado que estas tasas son más conservadoras que las que se manejan en la actualidad y que los resultados no pueden aplicarse a la situación de la pandemia en este momento.
TRES PROVINCIAS GALLEGAS, ENTRE LAS QUE MEJOR EVOLUCIONARON
El informe ha concluido que las provincias que presentaron una mejor evolución fueron las gallegas, a excepción de Ourense, Zamora, Badajoz, Tarragona y las correspondientes a Asturias, Navarra, Andalucía, Murcia y la Comunidad Valenciana. En cambio, las zonas que presentaron una peor variación formaron un arco desde Salamanca a Álava, incluyendo a Madrid, Cuenca, Albacete y Ciudad Real.
Asimismo, los científicos han destacado que este informe fue el primero en utilizar este procedimiento para predecir el comportamiento de la pandemia de acuerdo con la incidencia de la enfermedad. «La metodología propuesta podría ser útil para otros países, aunque que previamente sería necesario realizar estudios similares para comprobar su utilidad y si se mantiene el grado de discriminación», han advertido.
Los autores del artículo publicado ha sido los profesores de la USC Alberto Ruano Raviña y Mónica Pérez Ríos y las integrantes de la Dirección Xeral de Saúde Pública de la Xunta y el IGE María Isolina Santiago Pérez y María Esther López Vizcaíno, respectivamente.