Las inmediaciones del parque natural Baixa Limia-Serra do Xurés ha vivido un total de 112 incendios forestales desde el año 2016 que afectaron a 42.000 hectáreas –36.000 de masas arboladas y 6.000 de monte raso– de las cuales, «aproxidamente 9.000 hectáreas» pertenecen a áreas protegidas.
Las cifras han sido expuestas por el director xeral de Defensa do Monte, Tomás Fernández Couto, en respuesta a una pregunta formulada en la Comisión 7ª del Parlamento de Galicia por el Grupo Socialista, que ha aprovechado para denunciar «el abandono a su suerte» del parque natural del sur ourensano.
En su respuesta, Fernández Couto ha señalado que de los 112 incendios forestales que afectaron al parque o sus aledaños, cinco rebasaron el umbral de las 500 hectáreas, por lo que son considerados Grandes Incendios Forestales (GIF): uno en Requiás –Entrimo– y el resto en el Ayuntamiento de Lobios –dos en la parroquia de Río Caldo y otros dos en San Paio de Arouso–.
La Administración autonómica cifra en 13 millones de euros el impacto económico de estos 112 incendios forestales que en un 80% (90 fuegos) fueron intencionados, mientras que el 2,7% (3) se produjeron por causas naturales, el 1,8% (2) por quemas autorizadas que se descontrolaron y el 5,3% (6) se dieron por reproducciones de otros incendios. En ocho de los fuegos las causas no han sido esclarecidas.
En su comparecencia en la Cámara, Fernández Couto ha vuelto a señalar que «una parte importante» de los fuegos, particularmente los más grandes, proceden del lado portugués de la ‘Raya’, donde se producen fuegos «más virulentos» que penetran en territorio gallego con vientos de componente sur.
A esto ha añadido que las propias características de la zona del Xurés, con un relieve «tremendamente accidentado» incluso «inaccesible a pie» en algunas partes, dificulta los trabajos de extinción cuando se dan incendios forestales, especialmente en las horas nocturnas cuando no pueden actuar los medios aéreos.
En este sentido, ha defendido la existencia de un protocolo de colaboración con las autoridades portugueses que permite, tanto a gallegos como a lusos, actuar en un radio de los «primeros 15 kilómetros a cada lado de la frontera» si se percibe que ante un incendio forestal existe «riesgo real» y «no hay tiempo para actuar» desde el país vecino.
En cuanto a las tareas de recuperación, el responsable de Montes de la Xunta ha señalado que ya se han iniciado los trabajos en «distintas» zonas afectadas por incendio como es el caso de Lobios, donde se realizan tareas de rehabilitación del área por un importe de 250.000 euros.