Los hosteleros de la ciudad de Lugo ha mostrado su descontento por tener que hacer frente al pago del impuesto del agua y recogida de basura, un cobro que pertenece al primer trimestre del año, que incluye las primeras dos semanas del estado de alarma –declarado el 14 de abril–.
El colectivo de la hostelería de la Cidade das Murallas advierte de la «situación límite» que atraviesan muchos establecimientos después de casi dos meses con la verja bajada, por lo que consideran un «nuevo palo» el pago de este impuesto municipal.
La alcaldesa de Lugo, Lara Méndez, ha señalado en la mañana de este jueves que «continúan trabajando tanto en la vía de los ingresos como de los gastos» y que es «comprensible la situación de vulnerabilidad que se encuentran».
Así, tras apuntar que el gobierno local pretende «continuar trabajando en favor de todos los sectores», la regidora ha recordado también que «evitaron que las empresas tengan que hacer pagos como el del IBI, o el pago de las terrazas».
Por su parte, el grupo municipal del PP ha cargado contra el gobierno lucense (compuesto por PSOE y BNG), al que, de la mano de su portavoz, Antonio Ameijide, ha acusado de «dos meses después» de anunciar ayudas municipales «no pagaron ni un solo euro».