El portavoz de En Marea, Luís Villares (Lugo, 1978), extiende ahora su oferta al diálogo a Podemos Galicia de cara a configurar una candidatura unitaria para las elecciones autonómicas, en las que asegura que estará En Marea, bien en solitario o en esa hipotética alianza de fuerzas progresistas.
En una entrevista en Europa Press, el magistrado lucense confiesa que está dispuesto a dar un paso al lado si eso favorece «crear las condiciones» para articular «una alternativa» al PP «con oportunidades de éxito» Además, afirma que En Marea no impondrá que sus siglas gocen de visibilidad, siempre y cuando se respeten sus principios programáticos.
«No somos patriotas de siglas. Tenemos prioridades de programa pero somos capaces de llegar a acuerdos. Y estamos en disposición de hablar con espacios políticos con los que tuvimos situaciones dolorosas en el pasado. Creo que no se nos puede pedir más», ha subrayado Villares, que está «convencido» de la posible salida del Partido Popular de la Xunta, aunque avisa de que «no está todo hecho».
El portavoz del grupo mixto en la Cámara gallega cree que el proyecto de En Marea –que define como «más social» que el del PSOE y con una concepción de la nación gallega «mucho más amplia» que la del BNG– «merece ser testado en las urnas», por lo que descarta repetir en las autonómicas la decisión tomada el pasado otoño, cuando, tras no fructificar las conversaciones para su inclusión en un proyecto de unidad, el partido de Villares optó por no concurrir a las generales para así «no contribuir» a la fragmentación en las urnas de las opciones progresistas .
Para el juez en excedencia, la alternativa al PP en Galicia «por fuerza tiene que ser plural», por lo que el entendimiento de las distintas fuerzas del centro izquierda tendrá que darse «antes o después» de las elecciones en las que asegura que estará En Marea. «Eso lo tenemos muy claro, sí», ha resaltado.
De este modo, Villares defiende que el «proyecto» de En Marea «aporta algo positivo al panorama político del país», por lo que pretenden que su programa «esté en las elecciones», bien como candidatura en solitario o «coaligado con otras formaciones» para «ser más eficaz» y evitar así la penalización de la ley electoral «en una división provincial».
«Me gustaría que no se desperdicie ningún voto y que seamos eficientes buscando alianzas que nos interesan a todos. Eso es algo que en el panorama político no todo el mundo está entendiendo. Llegar a acuerdos no nos interesa solo a nosotros. Le interesa a los posibles socios de esa gran alianza, porque aquí nos va hacer falta todo para derrotar a la derecha», ha aseverado.
TIENDE LA MANO A PODEMOS
Menos de un mes después de que excluyese de su llamada al diálogo a las organizaciones de «dependencia» estatal, el portavoz de En Marea asegura que están dispuestos a «hablar con todo el mundo, por supuesto también con Podemos», aunque puntualiza que «el modo de relacionarse» debería «ser diferente» porque «en el pasado no funcionó».
«Por encima de las heridas del pasado está la construcción de una alternativa de futuro», ha señalado Luís Villares en una entrevista en Europa Press en la que desliga el «proceso de separación» vivido en En Marea de la construcción de una alternativa al PP en 2020. Además, desliza que estaría dispuesto a apartarse si eso favoreciese el diálogo entre las distintas organizaciones.
«Lo fundamental es establecer una alterantiva clara que tenga la posibilidad de derrotar a la derecha y a (Alberto) Núñez Feijóo. Esa es la prioridad. A partir de ahí, aquello a lo que se deba renunciar o que se tenga por irrenunciable, debe ser flexible», ha respondido Villares a la pregunta de si estaría dispuesto a dar un paso al lado.
«Para mí, irrenunciable son los ideales, creo que eso lo demostré en estos casi cuatro años. Todo lo demás debería poder hablarse», ha añadido antes de teorizar con que, no obstante, la política española demostró en los últimos tiempos que «los vetos» a personas «funcionaron mal», aunque ha insistido en que «en todo caso eso es secundario» porque «lo principal» es «crear las condiciones para una alternativa con oportunidades de éxito al PP». «Haga lo que haga falta hacer», ha apostillado.
Con todo, Luís Villares asegura que la decisión de ser candidato a las elecciones autonómicas «no es individual», ya que dependerá del Consello das Mareas, máximo órgano de dirección del partido, y de las bases de la organización.
«Estaré donde me quieran colocar los militantes de En Marea y donde pueda ser más útil al proyecto político. Si esa utilidad está teniendo responsabilidades en la legislatura que viene, pues así será. Si no, volverá a mi puesto de trabajo», ha apuntado el magistrado, que reivindica que su «disposición personal a salir de la zona de confort quedó clara hace cuatro años», cuando decidió dar el salto a la política.
Transcurridos casi cuatro años desde que en verano de 2016 aceptase la oferta para convertirse en candidato de En Marea a la Presidencia de la Xunta, Luís Villares reconoce sentirse «decepcionado» de lo que se encontró en política pero no arrepentido de haber dado el paso. «Uno no se puede arrepentir de algo que conlleva tanta responsabilidad y tanto honor como es representar a los ciudadanos».
Cuestionado sobre si cree que fue traicionado por las personas que lo llevaron desde la magistratura a la política, Villares dice que «la traición» no fue hacia él sino «al proyecto político». «Y eso lo pagamos muy caro estos años en apoyo ciudadano y lo pagamos muy caro en las elecciones municipales», ha indicado, en referencia a la pérdida de los gobiernos de las autodenominadas ‘ciudades del cambio’ –A Coruña, Ferrol y Santiago–.
Precisamente, el exregidor santiagués Martiño Noriega es el encargado de pilotar las negociaciones para la integración de Anova en una candidatura de unidad para las autonómicas. Cuestionado acerca de una de las personas que apostó por su salto a la política, Villares ha asegurado que su relación con Noriega «es poca pero cordial», al tiempo que ha apuntado que Anova y En Marea mantienen contactos «normalizados» como fuerzas que «se reconocen como interlocutores políticos».
En cuanto al BNG, Villares descarta una integración en una formación que se define como un frente de partidos pero que, según el portavoz de En Marea, esta forma de organizarse «no se da en la práctica». «No es la pulsión de En Marea desaparecer como tal. Siempre dije que en esta nueva etapa éramos partidarios de formular alianzas electorales, pero no de disolvernos orgánicamente», ha indicado el portavoz, antes de remarcar que creen «interesante» poder alcanzar acuerdos con el Bloque «sin tener que asumir su ideario ni integrarse en su estructura interna».
ESCAÑO DE MANUEL LAGO
Ante la posible marcha del diputado de Común da Esquerda Manuel Lago para ocupar un cargo en el Ministerio de Trabajo que dirige la ferrolana Yolanda Díaz y que este acta recaiga en la siguiente de la lista por A Coruña y miembro de En Marea Mariló Candedo, Luís Villares ha defendido en una entrevista con Europa Press que «la normalidad democrática en cualquier país del mundo es el corrimiento de listas».
Además, de producirse ese movimiento y si el grupo mixto pasa a estar formado por cinco diputados, solicitará a los servicios jurídicos del Parlamento que «interpreten» el reglamento para conceder a En Marea la condición de grupo parlamentario, dado que sus diputados «no son versos libres, responden a una organización».