El nuevo plan de la Xunta de atención a la salud mental para los próximos cuatro años incluirá novedades como: la incorporación de psicólogos clínicos en los centros de salud, con una red de asistencia psicológica en atención primaria; el aumento a los 18 años para la atención infanto-juvenil en psiquiatría –de hasta 21 años para espectro autista–; así como la puesta en marcha de un plan para terminar con el estigma social sobre el suicidio.
De ello ha informado el conselleiro de Sanidade, Antonio Gómez Caamaño, en contestación a una interpelación del BNG en el pleno del Parlamento, en donde también ha expuesto que este «ambicioso» plan contará con más ayudas para asociaciones que colaboran en la atención a personas con trastornos alimenticios.
Paralelamente, Gómez Caamaño ha reclamado al Ministerio de Sanidad más plazas para formar a profesionales de salud mental.
Por su parte, Montse Prado (BNG) ha denunciado la «situación más que preocupante» de la salud mental en Galicia, con un «sistema saturado» en atención primaria y «colapso» en hospitales.
Contrapone unos recursos asistenciales «bajo mínimos» con un aumento «exponencial» de los problemas de salud mental. En concreto, la diputada nacionalista ha llamado la atención acerca de que el «raquítico» plan de la Xunta «no ha servido para bajar el nivel de tasas de suicidios», con 304 personas que se quitaron la vida en Galicia en el último año, «un auténtico drama».
A este respecto, Prado pone el foco sobre que más del 40% de los adolescentes gallegos dicen tener problemas de salud mental, pero una «parte importantísima» no pide ayuda. Todo mientras Galicia está «a la cola» en la media de psiquiatras y psicólogos, por lo que la atención es «un lujo a alcance de unos pocos».
«OBJETIVOS CUMPLIDOS»
En cambio, el conselleiro ha esgrimido los «objetivos cumplidos» del plan de salud mental 2020-24, con una inversión de 83 millones, ya que los «datos desmontan la visión catastrófica» del Bloque.
Apunta que el plan ha permitido la creación de 244 plazas para profesionales de salud mental, de las cuales el 92% están cubiertas y el resto están vacantes por falta de profesionales disponibles. En concreto, detalla que se crearon 47 plazas de psicólogo clínico –con cobertura del 100%– y 60 de psiquiatría –hay una que no se logró cubrir–
Defiende que la media actual de profesionales en la materia es de 557, lo que cifra como casi el doble de los 285 que había en el bipartito.
Junto a esto, Gómez Caamaño ha valorado que en los últimos cuatro años las ratios de psicólogos clínicos aumentaron de 3,4 a 5,2 por cada 100.000 habitantes.