La eurodiputada del BNG, Ana Miranda, ha impulsado en el Parlamento Europeo el envío de una carta dirigida al Alto Representante de la Unión Europea para Asuntos Exteriores, Josep Borrell, en la que eurodiputados y eurodiputadas de tres grupos diferentes denuncian la posición del presidente francés, Emmanuel Macron, sobre el Sáhara Occidental, — contraria a la legalidad internacional — y expresan una «rotunda defensa de la soberanía del territorio saharaui».
Según apunta la formación política, para Miranda la posición de Macron es «totalmente a favor de Marruecos y demuestra la falta de cumplimiento del derecho internacional, la falta del respeto de los acuerdos sobre el Sáhara Occidental y una falta de legitimidad». Recalca, además, que «el Sáhara no pertenece a Marruecos, tal y como apuntan las diversas resoluciones de Naciones Unidas».
Ante estas circunstancias, los eurodiputados y eurodiputadas firmantes solicitan un encuentro con el Alto Representante de la UE, «toda vez que en unos meses será la sentencia, que seguramente le dará la razón al Frente Polisario, considerando los acuerdos con la Unión Europea de forma ilegal».
Así, añade el BNG, la carta recuerda que el Tribunal Europeo de Justicia ya sentenció que Marruecos y el Sáhara Occidental son «dos países distintos» y que Marruecos «no tiene soberanía ni una administración reconocida en los territorios que ocupa que le permita disponer de los recursos naturales diera territorio».
También recuerda que la posición tradicional de la UE en este asunto fue apoyar la posición de Naciones Unidas al respeto y los «esfuerzos» llevados a cabo por el Secretario General de Naciones Unidas para aplicar las resoluciones del Consejo de Seguridad y el cumplimiento de la legalidad internacional.
Además, las eurodiputadas y eurodiputados firmantes consideran que la posición unilateral de apoyo a una de las partes puede generar una «confrontación» en esta región, «a la que la UE está ligada en términos de abastecimiento energético y el control de la emigración» y abrir una «grave afrenta diplomática».
Por ello, instan al Alto Representante a que realice un posicionamiento público sobre esta posición unilateral y la defensa de la legalidad internacional en el respeto a la situación del Sáhara Occidental.