La Comisión Europea analiza más de 17.000 aportaciones de comunidades locales, científicos y partes interesadas sobre las reglas de protección del lobo en la Unión Europea recabadas a través de la encuesta lanzada el pasado 4 de septiembre sobre las poblaciones del lobo y su impacto en las regiones europeas donde está presente.
«Más de 17.000 correos electrónicos han llegado al buzón específico que se creó para esta consulta y ahora estamos estudiando todas las aportaciones con vistas a utilizar los datos científicamente válidos para el propósito de nuestra revisión», ha informado este viernes en rueda de prensa el portavoz de Medio Ambiente de la Comisión, Adalbert Jahnz.
En base a los datos recopilados entre el 4 y el 22 de septiembre, la Comisión elaborará un informe sobre el estatus del lobo en la UE que prevé publicar a final de año y, en función de sus conclusiones, podrá presentar una propuesta para modificar las reglas de protección de esta especie y actualizar el marco jurídico, para introducir, cuando sea necesario, una mayor flexibilidad.
Mientras tanto, Bruselas mantiene también contactos con los gobiernos de los Estados miembro y las partes interesadas en esta cuestión a través del grupo de expertos creado a tal efecto.
En todo caso, desde Bruselas recalcan que es un asunto sobre el que trabajan desde hace tiempo y recuerdan que ya en noviembre de 2021 los comisarios de Medio Ambiente y de Agricultura, Virginijus Sinkevicius y Janusz Wojciechowski, respectivamente, recordaron en una carta a los Estados miembro las medidas posibles en el marco actual de gestión del lobo.
Los servicios comunitarios señalan así que se trataría de una revisión para completar las medidas actuales, que incluyen acciones «que han demostrado ser efectivas en la prevención o reducción significativa» del riesgo «cuando se aplican correctamente» y se ajustan a las circunstancias concretas de cada caso. El marco actual también prevé fondos comunitarios para esta gestión.
El asunto es controvertido en distintos Estados miembro, incluido España, y la propia Von der Leyen informó en noviembre de 2022, en una respuesta a su familia política, el Partido Popular Europeo, de que había solicitado a sus servicios un «análisis en profundidad» sobre el impacto de la recuperación del lobo. Aquella toma de posición de la política alemana se produjo poco después de que, según relató más tarde la prensa de su país, un lobo matara un pony de su propiedad.
Desde España, los gobiernos de Galicia, Cantabria, Castilla y León y Asturias se han dirigido en distintas ocasiones a Bruselas para reclamar que se revise la gestión del lobo como especie en protección especial dado que es una especie en «expansión constante» en estos territorios.
Sin embargo, el Gobierno español se alineó con otros once países de la UE a comienzos de este año para pedir en una carta al Ejecutivo comunitario garantizar la protección del lobo frente a una resolución del Parlamento Europeo en la que se reclamó cambiar el estatus de protección de lobos y osos para proteger al ganado de los ataques de estos animales.