Multa, devolución de intereses y trabajos en beneficio de la comunidad, además de inhabilitación para ejercer su puesto. Esta ha sido la pena que ha acatado un funcionario de Hacienda que cobró créditos y devoluciones de la renta empleando una identidad falsa que se creó aprovechándose de que ejercía como técnico informático en la delegación de Santiago.
La sección sexta de la Audiencia Provincial, con sede en Santiago, tenía fijado para este miércoles la vista por este caso que, finalmente, no se ha llegado a celebrar porque las partes han llegado a un acuerdo de conformidad.
Según él, el acusado ha reconocido los hechos y ha aceptado el pago de los intereses pendientes, así como de multa y trabajos en beneficio de la sociedad para suspender la pena de prisión, además de 11 años de inhabilitación como funcionario. Fiscalía pedía para él inicialmente 13 años de cárcel.
El condenado se ha reconocido autor de un delito de estafa no agravada, uno de falsificación de documento mercantil, blanqueo de capitales y cinco delitos de acceso no autorizado a perfil público. En su beneficio se ha tenido en cuenta la reparación del daño –devolución de lo sustraído– y dilaciones indebidas.
NO IRÁ A PRISIÓN
Según el acuerdo, por los delitos de estafa y falsedad ha sido condenado a un año y un mes de prisión y multa de 360 euros, mientras que por el delito de blanqueo de capitales ha sido condenado a dos meses y 29 días de prisión –sustituidos por trabajos a la comunidad– y multa de 5.681 euros.
Por cada uno de los delitos de acceso no autorizado ha sido condenado a 18 meses y 10 días de multa. En total, la inhabilitación para ejercer como funcionario público asciende a 11 años.
Todas las partes han estado de acuerdo en suspender las penas de cárcel si el procesado abona los 7.800 euros de intereses y las multas y no delinque en cuatro años. Además, se le han impuesto otros 190 días de trabajos en beneficio de la comunidad.
HECHOS
Según el escrito de acusación del Ministerio Público, que el procesado ha aceptado este miércoles, el hombre creó una identidad falsa con la que abrió dos cuentas bancarias y tres líneas de teléfono, y aprovechó sus credenciales como trabajador de Hacienda para acceder a varios expedientes tributarios que se tramitaban en la delegación de Santiago de la Agencia Tributaria.
Así, cobró cinco devoluciones de declaraciones de la renta de otras tantas empresas por un total de 11.900 euros y pidió un crédito de 31.000 euros. Todas estas cuantías fueron abonadas en la cuenta bancaria creada por el acusado.
Además, solicitó supuestamente otros dos créditos a nombre de un compañero por un montante de 35.000 euros que, otra vez, fueron a parar a la cuenta bancaria a nombre de la identidad falsa generada por el procesado.