La Fiscalía de la Audiencia Nacional sostiene que la competencia para investigar el naufragio del pesquero ‘Villa de Pitanxo’, hundido el 15 de febrero a 450 kilómetros de la costa de Terranova (Canadá), es de los juzgados de Vigo por ser el puerto de la ciudad desde el que partió el barco el pasado 26 de enero.
Fuentes jurídicas han confirmado a Europa Press que el Ministerio Público ha remitido un informe al titular del Juzgado Central de Instrucción Número 2, Ismael Moreno, dirimiendo que la competencia para indagar en estos hechos no es de la Audiencia Nacional, sino de los juzgados de la ciudad olívica como punto de salida del navío.
Las mismas fuentes consultadas han explicado que el juez ha dado traslado a las partes para que se pronuncien en el plazo de 30 días sobre esa indicación del fiscal. Los familiares de los fallecidos, personados en las actuaciones, defienden que la competencia debe ser de la Audiencia Nacional.
En un primer momento el Ministerio Público atribuyó la competencia de la causa a los Juzgados de Instrucción de Marín, la ciudad en la que radicaba el puerto base del barco. Así lo plasmó la Fiscalía en el informe que remitió el pasado mes de marzo al juez instructor, en el que ya avisaba de que la Audiencia Nacional no era competente para ahondar en los hechos.
A raíz de ese informe, el juez Ismael Moreno acordó el 4 de abril inhibirse en favor del Juzgado de Instrucción de Marín. No obstante, dicho juzgado pontevedrés rechazó la inhibición al entender que los supuestos delitos que se investigan fueron cometidos en aguas internacionales.
En el caso de que tanto la AN como los juzgados de Vigo entiendan que no son competentes para investigar, corresponderá al Tribunal Supremo, previo pronunciamiento por parte de uno de los dos tribunales, dirimir la competencia.
LAS PRIMERAS DILIGENCIAS
Con la causa de vuelta en la AN, al menos de forma temporal, el instructor admitió a trámite el pasado 31 de mayo una querella de los familiares contra el patrón del barco, Juan Padín, y la armadora, Pesquerías Nores Marín, por presuntos delitos de homicidio por imprudencia grave, contra los derechos de los trabajadores y encubrimiento.
Una semana después, el magistrado practicó las primeras diligencias de la causa, las más urgentes. Entre las mismas, tomó declaración el pasado 6 de junio al propio Padín, su sobrino Eduardo Rial y el marinero Samuel Kwesi, los únicos supervivientes del naufragio.
Después de escucharles, el juez acordó la prohibición de salir de España para Padín, al que también ordenó retirar el pasaporte. De igual forma, le impuso las obligaciones de comparecer cada quince días en sede judicial y permanecer localizado.
Fuentes presentes en las declaraciones apuntaron que Padin se ratificó en la versión ofrecida hasta ahora, esto es, que sobre las 04.00 horas de esa madrugada el motor del barco se paró, lo que dadas las condiciones meteorológicas existentes en ese momento provocó la tragedia.
Asimismo, explicó que, llegado el momento crítico, dio orden de que toda la tripulación se pusiera el traje de supervivencia, al tiempo que aseveró que habría trajes suficientes para todas las personas que iban a bordo.
Este es un punto conflictivo por cuanto, según recogía un auto dictado por el instructor, en el expediente remitido por la Capitanía Marítima de Vigo consta que «el número total de personas para las que se había provisto dispositivos de salvamento era de 22».
Sin embargo, en la Protesta de Mar realizada por el propio Padín ante el cónsul español en Montreal –una especie de parte de accidente–, «se pone de manifiesto que la tripulación estaba compuesta por 24 personas».
«Lo que permite suponer que se carecía de las medidas de seguridad y salvamento para tres tripulantes», resaltaba el Ministerio Público en un informe que aparecía recogido en dicho auto.
DISTINTAS VERSIONES
Kwesi corroboró igualmente su última versión, que distaba de la ofrecida por Padín y Rial. De acuerdo con el marinero ghanés, no hubo orden expresa de que se pusieran los trajes de supervivencia, algo que le llamó la atención porque el patrón y su sobrino sí los llevaban.
En cuanto a por qué el resto de la tripulación no llevaba puesto el equipo de salvamento, Padín subrayó que era responsabilidad de cada uno ponérselo, si bien apostilló que la tripulación estaba en ‘shock’, según las citadas fuentes.
Kwesi, que en un primer momento sí dio una versión coincidente, en esta última –que es la que ratificó en la AN– también describió que el motor no se paró, sino que las maquinillas que recogen el aparejo dejaron de funcionar bien, tensando pero no recogiendo y provocando la escora.
Por ello, gritaron a Padín que soltara los aparejos, pero éste se negó. Después, con el buque muy ladeado, se paró el motor y se incrementó la escora de babor, narró Kwesi entonces.
Rial, por su parte, vino a respaldar su versión y la de su tío, los cuales afirmaban que, tras dar la orden de abandonar el ‘Villa de Pitanxo’, el patrón arrió la balsa de estribor y encargó al primer oficial que hiciera lo mismo con la de babor.