Alcoa ha lanzado un ultimátum al comité de empresa de la planta de San Cibrao, en el municipio de Cervo (Lugo), con el que lleva negociando durante tres jornadas consecutivas maratonianas. Así, fija este martes, 28 de diciembre, como fecha límite –a las 14,00 horas– para que el acuerdo esté firmado.
Esa última oferta de la compañía pasa por una inversión de 103 millones de dólares (más de 90 millones de euros al cambio) para «la viabilidad futura y crecimiento de la planta», incluido el reinicio de las cubas de electrólisis en 2024 tras una parada de dos años, y como garantía se constituirá un depósito restringido por la misma cuantía.
Al respecto, el presidente del comité de Alcoa San Cibrao, José Antonio Zan, señala que se sigue con el «mismo problema», pues piden que no se paren las cubas. «La situación para nosotros es casi imposible y la posición de Alcoa es dura e intransigente», lamenta.
Así, acusa a los representantes de Alcoa de estar «tirantes y distantes» en una situación «muy difícil». Las negociaciones proseguirán este jueves, 23 de diciembre, a partir de las 11,00 horas, de nuevo en Santiago.
En esta línea, Zan avisa de que «no hay ninguna solución que se pueda ver encima de la mesa», por lo que el día 28 se va a votar en asamblea de trabajadores la propuesta. «La que va a decir lo que va o no va pasar es la plantilla», sentencia.
PROPUESTA DE ALCOA
Por su parte, Alcoa propone que, durante el periodo del cese de la actividad de electrólisis, trabajará para «asegurar acuerdos de compra de energía a largo plazo y realizará nuevas inversiones en la planta».
Esas inversiones incluirían mejoras en la subestación eléctrica principal, en la planta de ánodos y en los hornos de fundición. Con ello se aumentará las capacidades de producción y la calidad de los productos de valor añadido, como los tochos de aluminio para extrusión.
Además, la compañía asegura que va a mantener los salarios durante el periodo de cese de la electrolisis. Firmará un nuevo convenio colectivo con subidas salariales del 2% anual desde 2020 y vigencia hasta finales de 2025, así como otros beneficios sociales y el compromiso de contratar un número de trabajadores de empresas de trabajo temporal.
También muestra su compromiso de no realizar ningún proceso de regulación de empleo en los próximos cuatro años.
A esto se suma que prorrogará tres años los contratos actuales de las empresas contratistas directamente afectadas por el cese temporal en electrolisis y planta de ánodos. Asimismo, priorizará la contratación de empresas transportistas y de suministros locales.
«Hemos escuchado con atención las diversas ideas para mejorar la planta y creemos que hemos desarrollado un plan muy justo y generoso que incorpora muchas de las ideas que escuchamos en la mesa de negociaciones», afirma el vicepresidente ejecutivo de Alcoa y Chief Commercial Officer de Alcoa Corporation, Tim Reyes.
«Nuestra oferta protegerá el empleo y proporcionará inversiones que ayudarán a garantizar que la electrólisis esté lista para su reinicio completo. Creemos que esta es la mejor solución para el futuro de la planta», asevera en un comunicado.
Si se acepta la propuesta, una vez realizado el cese ordenado de la actividad de electrolisis y planta de ánodos, los empleados podrán desempeñar otras tareas y participar en planes de formación, o acceder a permiso retribuido por periodos limitados. La fundición seguirá funcionando para garantizar el suministro de metal a los clientes.
Eso sí, la propuesta está condicionada a la desconvocatoria de la huelga actual y «el mantenimiento de la paz social». De tal forma, se constituirá una comisión de seguimiento con representantes de los trabajadores, del Gobierno central y la Xunta.
Alcoa afirma que la planta de aluminio de San Cibrao «está operando con unas pérdidas financieras extraordinarias debido a los precios exorbitantes de la energía». La refinería de alúmina no se verá afectada y seguirá operando con normalidad.