La escalada en el sistema educativo cumple un mes de avance constante y de crecimiento exponencial del número de casos activos, que afectan especialmente a los centros de infantil y primaria. Es por ello que tanto la Xunta como la comunidad escolar apuestan por el avance en la vacunación del alumnado menor de 12 años para atajar esta cadena de contagios, puesto que el contraste con la ausencia de infecciones en secundaria refleja a su vez el buen resultado del proceso de inoculación.
El balance facilitado por la Xunta dos semanas después del inicio de las clases en infantil y primaria contabilizaba un total de 364 casos activos y al menos 17 aulas cerradas. Este contexto entraba dentro de las previsiones de las autoridades sanitarias y de la Consellería de Cultura, Educación e Universidade, que apelaban a que la vacunación todavía no alcanzaba a toda la población en edad escolar, en particular a los alumnos de infantil y primaria.
«Sabemos que se van a producir situaciones puntuales de positividad en centros educativos, especialmente vinculadas a menores de 12 años, pero es absolutamente excepcional», trasladaba entonces Manuel Vila, secretario xeral técnico de la Consellería, en declaraciones a Europa Press. De hecho, a partir de esas fechas, las cifras de positivos registradas por la Xunta mejoraban tanto en los centros como en las escuelas infantiles.
La situación empezó a cambiar desde finales de octubre. El parte del día 27 ya ascendía a 69 positivos y a partir de ahí se fue constatando un incremento progresivo tanto del número de casos como del porcentaje de incremento de estos contagios. Estos 69 pasaron a 86 el 3 de noviembre, a 149 en el parte de la Xunta del pasado día 10, y se duplicaron en el balance dado a conocer públicamente siete días después, con 307 casos activos.
Los datos facilitados el 24 de noviembre mostraron que la incidencia siguió incrementándose: 658 casos activos de Covid-19 en centros gallegos, el doble que la semana anterior, y al menos 46 aulas cerradas (una treintena más). La tendencia se mantiene siete días después con al menos 1.306 positivos y un centenar de unidades clausuradas, especialmente en el área de Ourense.
«TRANQUILIDAD» Y «PRUDENCIA»
Educación ha enmarcado esta situación en el contexto general de repunte de contagios que se da en toda la sociedad y ha defendido que el 70 por ciento de los centros escolares de Galicia carecen de casos covid en sus instalaciones, a pesar de que los menores de 12 años todavía no están vacunados. Además, «la mayor parte de los casos proceden del exterior» y «no se producen en los colegios».
«Recordar que en Primaria las medidas son las mismas que el año pasado y que el protocolo está funcionando correctamente», han trasladado fuentes del departamento autonómico a Europa Press, quienes han reivindicado «el gran esfuerzo de la comunidad educativa» para mantener y cumplir las medidas de seguridad.
En todo caso, la Consellería ha querido llamar tanto a la «tranquilidad» como a la «prudencia», y ha incidido en que es «imprescindible continuar manteniendo el esfuerzo y seguir dando ejemplo de responsabilidad» a la espera de la vacunación del alumnado restante, prevista a partir de mediados de diciembre.
El propio conselleiro del ramo, Román Rodríguez, insistió este viernes en que la evolución de la pandemia evidencia que la vacunación es «la clave» para frenar el avance de la Covid-19, puesto que «el contraste de primaria y secundaria es grandísimo».
«SE VA COMPLICANDO»
Este contexto de escalada está afectando especialmente a los CEIP gallegos donde, a diferencia de los institutos de secundaria, se concentra el grueso del alumnado que todavía no ha recibido la vacuna. «La situación cada semana se va complicando más», ha lamentado Francisco Lires, de la Federación Galega de Directivos de Centros de Ensino Público, puesto que en cada balance de positivos por Covid-19 «se van doblando los casos y prácticamente las aulas cerradas».
Lires observa la situación «con cierta preocupación» y achaca este repunte a que existe «cierta relajación» fuera de los centros educativos, mientras que dentro de los mismos «las medidas se siguen tomando igual» que el curso pasado. En este sentido, ha apuntado que los trabajadores «son los más expuestos» al estar en contacto con un importante volumen de estudiantes todavía sin vacunar.
Manuel Portas, del IES Xelmírez I de Compostela, ha considerado que, ante la mayor incidencia en infantil y primaria respecto a secundaria, «la única conclusión evidente» es que «el alumnado vacunado resiste sin contagios». «No llevamos ningún caso dentro del centro, a estas alturas el año pasado debíamos tener una docena, eso demuestra la importancia que tiene la vacuna», ha recordado, además de que los centros no dejan de ser «una parte de la sociedad».
Es por ello que Lires considera importante avanzar cuanto antes en la vacunación en esta franja de edad además de mantener las medidas básicas, dado que la evolución de la pandemia, el puente de principios diciembre y las vacaciones de Navidad parecen anticipar que «no van a ser buenos tiempos».
Portas también ha rechazado la necesidad de aplicar nuevas restricciones en las instalaciones educativas y ha apostado por mantener las medidas básicas de uso de máscara, higiene de manos, distancia social y ventilación, que están demostrando ser efectivas. «Los jóvenes están cansados, mantener las medidas y la prudencia cada vez les cuesta más. No hay esa presión del curso pasado, por ejemplo», ha defendido.
EQUILIBRIO
Fernando Lacaci, de Anpas Galegas, ve «perfectamente comprensible», desde un punto de vista cortoplacista, que las direcciones, profesores o incluso parte de las familias opten por «dejarlo todo como está» ante la incertidumbre, dado que el sistema está ya instaurado gracias a la experiencia del curso pasado y «fluye con naturalidad».
«El problema es que es un modelo que se consolida», ha añadido, para advertir del «enorme daño» que se le está haciendo a la enseñanza en general y al alumando en particular al prolongar durante tanto tiempo una situación de excepcionalidad en los centros, a diferencia del resto de la sociedad. «La educación es un escenario absoltamente volátil», ha explicado, y los jóvenes que iniciaron su primer curso en la pandemia el año que viene «estarán en tercero».
Lacaci apuesta por buscar el equilibrio en las medidas y no cree que la rigidez del modelo, al margen de las medidas de protección básicas, esté garantizando una «mayor seguridad sanitaria». Es por ello que considera que la apertura en los centros debe ser «independiente de las escaladas» de casos de Covid, para así caminar de forma pareja respecto a la sociedad en general donde no se está produciendo «un cierre» a pesar del repunte.
La situación parece indicar, no obstante, que la Xunta mantendrá en espera la flexibilización del protocolo covid en la que estaba trabajando con el comité educativo y con la Consellería de Sanidade. «En la última reunión de la junta autonómica de directores no se habló absolutamente nada de modificar el protocolo», ha trasladado Lires, que insiste en que las claves para afrontar esta oleada de casos pasarán por manter la prudencia, las medidas básicas de seguridad y avanzar en la vacunación del alumnado menor de 12 años.