La asociación ecologista Arco Iris denuncia la existencia de más de una veintena de vertidos nuevos a las rías gallegas en el último año.
En un comunicado, pone en entredicho el plan de control de vertidos de la Xunta, al tiempo que alerta de la existencia de en torno a 250 puntos negros de vertido en 18 rías.
Una situación que identifica con «un evidente fracaso de toda la política de saneamiento de las rías, que ven incrementada año tras año la carga contaminante que reciben y que aumenta el fenómeno de la eutrofización».
Llama la atención sobre que rías como O Barqueiro, Viveiro, Ares, Ferrol, A Coruña, Muros y Corcubión «ofrecen en 2020 peores datos que en 2019», pues «aumentan los puntos de vertidos ilegales en 13, provocando un aumento intolerable de la contaminación difusa».
Señala que «los esfuerzos» del Gobierno gallego «se centran» en las rías de Arousa y Vigo, pese a los cual «reúnen entre las dos hasta 79 cloacas».
La carga contaminante media será este año de 17 euros y 89 céntimos –importe total que suma el gravamen por volumen, materias en suspensión, materias oxidables, nitrógeno, fósforo, sales solubles, metales y materias inhibidoras–, lo que considera una «bicoca fiscal» que impide que «las empresas más sucias progresen adecuadamente en el objetivo de vertido cero, que no se alcanzaría al actual ritmo «hasta el año 2083».