El Ministerio de Sanidad ha iniciado la tramitación de un Real Decreto-Ley para permitir la venta de test de autodiagnóstico, es decir, de antígenos o de anticuerpos, contra la COVID-19 en farmacias sin necesidad de receta.
Desde febrero, la Comunidad de Madrid está realizando test de antígenos en farmacias y clínicas dentales, aunque siempre con prescripción médica. En concreto, el Servicio Madrileño de Salud envía un SMS a todos aquellos ciudadanos asintomáticos que residan en zonas con alta incidencia para poderse realizar esta prueba de forma gratuita.
El Ejecutivo de Isabel Díaz Ayuso solicitó al Ministerio de Sanidad que autorizara a las farmacias realizar test de antígenos para aumentar la capacidad diagnóstica, y con la idea de incluir a las farmacias en la estrategia de detección precoz mediante test de antigénicos en cribados poblacionales. El Ministerio, finalmente, solo autorizó la segunda opción, es decir, test en zonas con alta transmisión donde se hagan cribados. Mientras tanto, otros países europeos, como Alemania, Francia Austria, Holanda y Portugal, ya venden estos test sin necesidad de receta.
Ahora, el borrador de la nueva norma de Sanidad, publicado el pasado viernes y que se someterá a audiencia pública hasta el 13 de mayo, justifica que «la disponibilidad de pruebas de autodiagnóstico para la COVID-19 permitirá a la población general la realización de las pruebas sin la intervención de un profesional sanitario, lo que por un lado reducirá en cierta medida la presión asistencial de los centros sanitarios y permitirá la identificación rápida de sospechas de casos positivos».
De la misma forma, el Ministerio reconoce que la crisis sanitaria por la COVID-19 «hace necesario aumentar la capacidad diagnóstica del Sistema Nacional de Salud, con objeto de identificar de forma rápida sospechas de casos positivos, para tomar las medidas adecuadas y así controlar eficazmente la progresión de la pandemia y al mismo tiempo atender a los afectados por la pandemia y ayudar a su recuperación».
«Teniendo en cuenta que la exigencia de prescripción para la venta al público de estos productos constituiría una importante barrera para su uso, es conveniente incluirlos entre los productos de autodiagnóstico exceptuados de la necesidad de prescripción para su adquisición en farmacias», explica el Ministerio en su borrador, al que ha tenido acceso Europa Press.
Respecto a la repercusión que para la economía pueda producir la aprobación del Real Decreto-Ley, Sanidad considera que «aumentar la capacidad diagnóstica del Sistema Nacional de Salud, con objeto de identificar de forma rápida sospechas de casos positivos, ayudará a controlar eficazmente la progresión de la pandemia y, por lo tanto, a la disminución de las restricciones de movilidad y a la reanudación de las actividades normales».
Tras aprobarse esta norma, las pruebas de autodiagnóstico de la COVID-19 se unirán a otros test que tampoco necesitan receta, como los del embarazo y de la fertilidad, así como los destinados a la determinación de la glucemia o la detección del VIH. Al igual que estos productos, los test para detectar la COVID-19 podrán tendrán permitido realizar publicidad.