Los trabajadores de la empresa Ence han secundado por tercer viernes consecutivo los trabajadores una protesta de CC.OO. para reclamar que se garantice la continuidad de la fábrica de celulosas en la ría de Pontevedra.
La movilización de este 29 de enero ha consistido en una caravana de vehículos ligeros que salió a mediodía de la fábrica de La Cross en Alba y finalizó ante el complejo industrial de la pastera en Lourizán, donde se leyó un manifiesto.
La caravana cruzó la ciudad del Lérez por las calles Alexandre Bóveda, José Malvar, Doce de Novembro, Avenida de la Estación para dirigirse hasta el Puerto de Marín y llegar a la fábrica de Ence, todo ello sin salir del término municipal de Pontevedra.
Además del personal de Ence, el sindicato convocado a sus empresas auxiliares, tanto del sector forestal como las de logística.
La pasada semana llevaron a cabo una marcha a pie que paró ante la sede de la Diputación de Pontevedra, donde gobiernan el PSOE y el BNG.
Hasta allí llevaron sus cascos de trabajo que dejaron alineados en el suelo tras varias cruces de madera, para escenificar «la muerte del empleo en esta industria».
Estos trabajadores protestan contra la Ley de Cambio Climático que introduce «en el artículo 18 punto 4 de la ley un carácter retroactivo para que Ence Pontevedra no continúe en Lourizán», según explican desde Comisiones Obreras.
Este sindicato quiere que se garantice la continuidad de la fábrica de celulosas en su actual ubicación en terrenos de dominio público marítimo terrestre por los 60 años más en los que se prorrogó la concesión en enero del año 2016, una moratoria concedida durante el Gobierno en funciones de Mariano Rajoy.
El Ayuntamiento de Pontevedra, la Asociación pola Defensa da Ría (APDR) y Greenpeace recurrieron esa decisión y la Audiencia Nacional deberá ahora resolver si la prórroga otorgada hace cinco años es legal o no.