El sector de las orquestas gallegas reclama un plan de «rescate» ante un verano «difícil» por las dificultades que ven para que se celebren verbenas. «Es antisocial», asegura a Europa Press el presidente de la Asociación Galega de Orquestas, Manuel Fariña, que admite el difícil panorama que se presenta para el sector, pese a la decisión de la Xunta de permitir su celebración a partir del 1 de julio.
Según lo avanzado por el Ejecutivo gallego, deberán celebrarse en espacios acotados que permitan controlar los aforos y estos serán, en los recintos más grandes, de un máximo de 2.000 personas, que deberán usar mascarilla y respetar la distancia de seguridad de tres metros cuadrados por individuo. El protocolo, elaborado por expertos en colaboración con el sector, será «gradual», en función de la evolución de la pandemia, sin descartar la posibilidad de ampliar aforos.
«Los ayuntamientos lo paran, aunque las comisiones de fiesta quieran hacerlas», afirma Manuel Fariña, que subraya que las orquestas están en estos momentos sin posibilidad de actuar».
«Algún músico no estaba dado de alta –señala sobre su sistema de cotización fijo/discotinuo–, a algunas orquestas el ERTE se les ha denegado», cita como ejemplos sobre las repercusiones que en su actividad ha tenido la pandemia.
«Nos ha pillado cuando se empieza a ensayar y con músicos apalabrados para empezar en abril», explica. «En invierno se vive de lo cosechado durante la temporada alta», anticipa también ante lo que les espera después del verano.
Recuerda que hay orquestas como ‘Panorama’ que ya han anunciado que no actuarán este año, pero a ello añade la situación de otras mucho más pequeñas. Al hilo de esto, incide en que hay «fiestas de todo tipo». «De cien a 300 personas y se podría hacer fiesta de nueve de la noche hasta las tres y media, no se necesitan fiestas hasta las seis de la mañana», defendiendo la posibilidad de que los ayuntamientos abran la puerta a la celebración de verbenas.
«EN JUEGO» 3.000 EMPLEOS
En este sentido, lamenta tener «a casi todos los ayuntamientos en contra». «El argumento es muy fácil, gastar poco y quedar bien, pero no compartimos esa opinión, necesitamos trabajar», insiste reclamando ese apoyo por parte de los municipios.
Solo en Galicia recuerda que hay «3.000 puestos de trabajo en juego». Por todo ello, demandan de la Xunta un plan de ayudas y, aunque admite que «hay cosas como los ERTEs que no son competencia autonómica», incide en la necesidad de un «rescate» de este sector y con la implicación de todas las administraciones.
Con este objetivo, señala que se movilizarán el 8 de julio en Madrid. «Necesitamos una salida, sin rescate no podemos vivir», añade. «Si yo tocaba en 70 fechas en verano y solo lo voy a hacer en 30, solo me queda rebajar las prestaciones y no les daría para vivir», apostilla sobre los profesionales que trabajan en este sector.
PROTOCOLOS «ASUMIBLES»
Por su parte, el presidente de la Federación Galega de Municipios e Provincias (Fegamp) y alcalde de Vilagarcía de Arousa (Pontevedra), Alberto Varela, ha manifestado a Europa Press que los ayuntamientos han solicitado «protocolos claros» para quien decida celebrar fiestas o en caso de autorizar las que se soliciten.
«Y que sean asumibles y gestionables por parte de los ayuntamientos», asegura Alberto Varela, quien admite que es «muy difícil que muchas administraciones se vayan a animar a celebrar eventos».
«Los ayuntamientos no tienen medios para vigilar y controlar». «Hay cosas que hasta ayer –señala sobre el inicio de la pandemia y las consecuencias que ha tenido en el día a día de los municipios– con la Ley de Espectáculos no tendríamos que controlar».
«Sabemos lo importante del sector y querríamos celebrar fiestas, pero si no se hacen es porque no hay las condiciones para controlarlo», insiste ante el temor de que se produzcan contagios por COVID-19.
LA SEGURIDAD
En similares términos, se pronuncian desde algunos ayuntamientos consultados como los de Viveiro (Lugo) o Culleredo (A Coruña), en el que cada año se reúnen en julio miles de personas para celebrar las fiestas del Santiago Apóstol o en otros como Moraña (Pontevedra).
En este último, afirman que analizarán el caso «si alguna parroquia lo pide y si se cumplen las condiciones». «Hay que mirar», afirman fuentes municipales. En Viveiro, su alcaldesa, María Loureiro, asegura que están suspendidas todas las fiestas patronales que organiza el ayuntamiento en verano. «Aquellas fiestas que nos pidan la solicitud y veamos que no se cumplen las medidas que nos exigen, lógicamente no la vamos a autorizar», asevera.
En Culleredo, desde el ayuntamiento han precisado que se habló con las comisiones de fiestas y que «en todas el ánimo era de no celebrarlas». «No habrá fiestas, lo primero es la seguridad y en unas verbenas como las de Culleredo no se puede garantizar», apuntan fuentes municipales sobre todo en el caso de las más multitudinarias como las del Santiago Apóstol.