La Guardia Civil ha desarticulado un punto de venta de drogas en una vivienda deshabitada en el municipio pontevedrés de O Grove en el marco de la ‘Operación Hortarrio’, que se ha saldado con tres detenidos y cuatro investigados.
Según ha informado el Instituto Armado, los tres detenidos y cuatro investigados son vecinos de O Grove y Sanxenxo, con edades entre los 30 y 46 años y con antecedentes policiales. Esta operación ha sido desarrollada contra el tráfico de drogas a media escala desde mediados del año pasado en una calle céntrica de la localidad de O Grove.
En el marco de las investigaciones llevadas a cabo por efectivos de Sanxenxo, O Grove y la Compañía de Vilagarcía de Arousa, relatan las mismas fuentes, se tuvo conocimiento de la utilización de un piso deshabitado como punto de venta de estupefacientes y que creaba un ambiente de inseguridad entre los vecinos del lugar, que no eran ajenos a la presencia en el citado inmueble de toxicómanos de forma continuada.
El dispositivo de vigilancia establecido por la Guardia Civil «fue determinante», destacan las mismas fuentes, para realizar una entrada y registro en dicho inmueble, que se llevó a cabo el mes de noviembre del año pasado, y proceder a la detención inicial de dos de los supuestos vendedores. A estos se le intervinieron diversas cantidades de sustancias dispuestas para la venta, una pistola simulada, libretas con anotaciones, básculas de precisión, ordenadores y teléfonos móviles junto con dinero en efectivo.
La operación concluyó con la detención de otra persona y tres investigados más, «estrechamente relacionados con la venta y distribución de estupefacientes que se estaba llevando a cabo en este inmueble», destaca la Benemérita.
DOSIS INTERVENIDAS
En este operativo se ha intervenido algo más de 1.600 dosis de cocaína, heroína y hachís, además de 630 euros en efectivo, ha puntualizado el Instituto Armado.
En el marco de la misma operación, los agentes averiguaron que los principales responsables de este grupo utilizaban en el inmueble «una conexión fraudulenta con la red eléctrica, sin ninguna autorización ni aparato que controlase el consumo», ha apuntado la Guardia Civil, lo que supuso una defraudación estimativa que podría superar los 2.500 euros.
Las diligencias instruidas por sendos delitos contra la salud pública y defraudación del fluido eléctrico han sido entregadas en el juzgado de Instrucción de guardia de Cambados, en donde deberán comparecer los implicados cuando sean citados para ello.